viernes, 31 de mayo de 2013

LONDRES SE ESTÁ QUEDANDO SIN GORRIONES, UNA BREVE REFLEXIÓN SOBRE MEDIO URBANO Y NATURALEZA

Por muchas razones que serían largas de detallar, el cepogordista es un amigo de las aves y entre estas del gorrión que nos acompaña en nuestro vivir diario aportando esa imprescindible nota de belleza natural sin la cual no se podría habitar en ninguna aglomeración humana.

El gorrión común es un individuo simpático y hacendoso que habita en sana vecindad con el hombre y soporta con estoicismo gorrionil las intromisiones de sus congéneres alados. El gorrión es un filósofo doméstico que ha aprendido a vivir sin molestar y que prefiere un pasar tranquilo y ordenado a la gloria efímera del cantor canario o del insoportablemente cursi pavo real. De su prodigiosa capacidad sexual no podemos revelar nada que no hayan explicado ya Plinio y Don Lotario, grandes observadores del gorrión.

De la Gran Bretaña nos llegan malas noticias que afectan a nuestro querido amigo.

En los últimos veinticinco años el Gran Londres ha perdido el 68% de su población de gorriones domésticos (house sparrow como es denominado en Gran Bretaña). 

Nuestro entrañable amigo ha desaparecido por completo de muchas áreas de la ciudad con la consiguiente preocupación de ornitólogos, conservacionistas y ciudadanos de a pié a los que no se les escapa la gravedad del hecho.

Al que los ingleses denominan house sparrow no es otro que nuestro gorrión común (Passer Domesticus) el ave más extendida del mundo, cuya vida está estrechamente ligada al habitat humano, hasta el punto de ir desapareciendo de los pueblos a medida que éstos quedan abandonados.

La clave del problema parece estar en que los gorriones londinenses son incapaces de encontrar la cantidad suficiente de insectos para alimentar a sus polluelos y asegurar la continuidad de la especie.

La Real Sociedad Para la Protección de las Aves (RSPB en inglés) ha emprendido una campaña denominada London House Sparrow Parks Project que tiene por objetivo combatir las causas del problema y concienciar a los usuarios de los parques de Londres y a la ciudadanía en general acerca de la importancia de la fauna urbana. Para aquellos lectores cepogordistas interesados en conocer esta iniciativa en mayor detalle adjunto al pié de estas líneas la dirección de internet dónde pueden saciar su curiosidad.

La crisis del gorrión londinense sirve como llamada de atención al mundo urbano en el que habita gran parte de la población mundial.

En una época dónde la ecología ha tomado una importancia merecida y en ocasiones sobredimensionada parece innecesario hacer ningún tipo de llamamiento, ahora bien, uno piensa que es precisamente por esa sobreabundancia de información por lo que a menudo el público en general no repara en estos "detalles" de cierta importancia.

A mi juicio que un ave que es un indudable marcador de la vida humana desaparezca de un lugar concreto no dice mucho en favor de ese habitat.

Me barrunto que algo pasa en Londres, ciudad llena de parques, y que se debe fundamentalmente a cómo está desarrollando el hombre su habitat o más bien cómo no lo está desarrollando.  

House sparrow - adult male
A menudo pienso que los defensores de la ultramodernidad son gente poco humanizada y este tipo de reacciones de la naturaleza me confirma en mis ideas. El hombre habita un mundo que es un medio natural interrelacionado. Si bien las comodidades de la civilización urbana han permitido el crecimiento de la población en lugares de escasa aptitud para el desarrollo no parece razonable construir un mundo en el que el hombre no pueda convivir con la naturaleza en un grado de mínima convivencia.

Se insiste a menudo en la imagen del niño urbanita que bebe leche y come huevos pero que jamás vio una vaca ni a una gallina picotear junto a sus polluelos. Las excursiones campestres y las granjas escuela son remedios modernos para paliar la falta de contacto con el medio natural. Lo importante, a mi juicio, no es mantener esa relación superflua con el mundo natural al que se acude como quién asiste a un espectáculo, sino en explicar a pequeños y mayores que la convivencia con el medio natural (animales y plantas) es una exigencia del "ser hombre" y que la humanidad no cabe en un medio enteramente artificial.

Iniciativas aparentemente simples y tildadas en algunos casos hasta de "ñoñas" como cultivar un huerto urbano, tener una tomatera en casa, alimentar a las aves o colocar una caja-nido en el balcón, son la mejor forma de procurar la intereacción del hombre con la naturaleza en el medio urbano y enseñar a las generaciones futuras a valorar el medio en el que vivimos y procurar su mantenimiento y desarrollo.

Hacemos votos para que los esfuerzos de la RSPB den los frutos apetecidos y que en pocos años los londinenses y visitantes puedan disfrutar de la entrañable compañía de sus gorriones.

Sanglier.





miércoles, 29 de mayo de 2013

LA PRENSA AMORDAZADA

Por no tener, ya no tenemos ni a García Serrano ni a Palomino ni a Vizcaíno Casas para que novelen con ironía y agudeza las rarezas de ésta España incomprensible e incomprendida. Se echa de menos ese género literario que en otras partes se cultiva con asiduidad y que aquí hemos perdido por aquello de la corrección política.

La masa plumífera airea su cabreo con Gallardón porque su proyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal supone un ataque a la libertad de información. Yo no he visto semejante proyecto (gente que si conoce algo me comenta que es un espanto, cosa que viniendo de dónde viene no me extraña demasiado) y a mi, la verdad la cosa me hace gracia.

Vaya por delante que cuando me refiero a medios, hablo de las "marcas" y sus periodistas afiliados y que ésto es válido para cualquier formato de difusión; prensa escrita y digital, radio y televisión.

Los medios españoles se caracterizan por practicar el banderismo y cercenar la libertad de expresión. Aquí no publica/habla nadie que no esté en el pesebre correspondiente y las opiniones independientes sólo se admiten si vienen de instancias intocables y aún así con todas las trabas y reparos posibles. Estos mismos medios-maquinas de censurar ponen ahora el grito en el cielo porque aparentemente se van a tratar de impedir los salideros que horadan las cañerías de la justicia.

A mi juicio el debate no está en que el gobierno trate de amordazar a la prensa, cosa que dudo ya que éste gobierno no es capaz de amordazar ni al gato, sino en otro plano bien distinto y es que los medios se han acostumbrado a airear los asuntos que les parecen oportunos sean o no de interés nacional y causen o no daños a terceras personas.

Los medios son los arietes que emplea cada bando político-económico-de poder para arrearle al contrario en todos los cuernos o para amedrentar al díscolo, al protestante, al héroe anónimo que quiere ser independiente y no convertirse en un  chupa-culos-consumista-mudo-pero-sonriente.

Antes de reclamar que no les amordacen, lo que deberían hacer los medios es reflexionar, si pueden y quieren acerca de lo que están haciendo.

Resulta lamentable y criticable que las partes de un procedimiento se enteren de lo que sucede en el mismo a través de la prensa. Aquí la responsabilidad es compartida entre los profesionales de la justicia y los medios. A unos se les debería sancionar duramente por filtrar información de sumarios e investigaciones, a los otros se les debería de exigir un poco más de profesionalidad, seriedad y criterio antes de dar pábulo a informaciones filtradas.

Una cosa es el periodismo de investigación y otra cosa muy distinta la filtración interesada e indiscriminada de informaciones que sacadas de su contexto pueden conducir a la lesión de intereses personales. 

¡Cuantas veces se han publicado nombres de personas sin conexión alguna con el hecho delictivo cuya reputación ha quedado manchada! ¿Quién repara eso? ¿Como? unas meras líneas en un rinconcito de la edición que nadie lee.

Lo que deberían de hacer los medios, en vez de exteriorizar su supuesto  cabreo para con Gallardón y Mariano (los pobres son dos obedientes servidores de la corrección política más exquisita) es llevar a cabo una profunda reflexión acerca de su función  y el papel que están jugando en  la sociedad.

Salvo honrosas excepciones, la mayor parte de los medios se dedican a propalar las ideas más siniestras, las opiniones más desviadas, la bajeza más lamentable. Dan espacio y cobijo a lo más degenerado de la sociedad y son incapaces de dar tres líneas a nadie que esté "al otro lado" de la corrección que marca su tribu, la que sea.

Por si fuera poco su nivel como artefacto intelectual ha caído tanto que  lo que explican ya no interesa ni a las criaturas pre-edípicas. Los mismos argumentos y los mismos argumentadores se recuecen día a día en una gigantesca marmita de mediocridad. Han sellado herméticamente puertas y ventanas para que no entre una sola ráfaga de aire fresco no sea que vayan a darse cuenta de que huele a podrido.

Otro aspecto lamentable es la horrible opinión que deben tener del pueblo español y de sus lectores/oyentes/espectadores. Cada día aumenta más el espacio destinado al chisme, al tráfico de curiosidades inguinales, a la propagación de aberraciones conductivas, al aplauso de lo hortera, lo feo y lo humanamente más bajo. 

No puede ser verdad que al lector español de hoy día sólo le interese la basura, más bien creo que son los medios los que están sumidos en tal crisis de identidad que son incapaces de darse cuenta que su mundo no es el mundo, por eso cada día venden menos.

Me consta que hay muchos intereses detrás de esa cloaca,la mayor parte inconfesables.Intereses de los que los propios medios no dicen ni mu, aunque serían dignos de una primera plana.

No espero que los medios hagan la reflexión que sugiero, soy un poco tonto pero no tanto, lo que si espero es que el pueblo que lee y piensa los vaya expulsando de sus preferencias y que poco a poco su crisis les obligue a mejorar ofreciendo los contenidos que la gente si merece y necesita y dando paso a quién tiene algo que decir y no a repetidores del guión pre-establecido de esta arcadia postmoderna.

Sanglier.









viernes, 24 de mayo de 2013

LA CRISIS DE CADA SEMANA

Llega el viernes y comienza a sentirse la subida de la temperatura. Las calles de Madrid se llenan de pantalones pirata y chanclas, de camisetas sin mangas, tatuajes y sudorina.

Cuando uno ve una de las películas clásicas de la Europa pre-mayo del 68 y aparecen las señoras con sus faldas y blusas, los vestidos de flores, el pelo arreglado, los tocados y el rouge uno se pregunta si la tan cacareada revolución del falsamente llamado sexo débil no ha sido sino una aniquilación de la femineidad y un ensalzamiento de la imagen del macho con tetas, el sueño post-moderno de los invertidos que dirigen las cosas de "la moda". Pero me voy por las ramas, porque hoy no toca hablar de la imagen de la neo-mujer sino de las cosas chuscas que están sucediendo en la patria del dignísimo y venerable Sancho Panza.

Aznar salió a la palestra y se armó el belén. Lo interesante no es que el enteco y musculado Josemari haya dicho cuatro verdades o que éstas puedan sentar bien o mal al rebaño de Mariano, lo esencial, a mi juicio, es que la banda en el poder ha cerrado filas en torno a su cansino líder y se han puesto a tratar de justificar por tierra, mar y aire lo injustificable.

Que la no política de Mariano y Montoro nos está sumiendo en una sima de pobreza no es una opinión sino un hecho probado que ningún empleado asalariado se atreverá a negar, a menos que sea asalariado de una de las mil y una mamandurrias que los partidos, con el PP a la cabeza mantienen a lo largo y ancho de España.

Que el espectáculo de corrupción generalizada, moral y económica ha alcanzado cotas que serían cómicas si no estuviéramos hablando de asuntos serios tampoco es cosa que precise de mayores pruebas.

Lo que debería de hacer pensar al rebaño de Mariano es que una actitud que se recibe con alabanzas y alborozo por los señores de "la psoe" no debe resultarles muy conveniente, pero claro a ver como le explica uno eso a las melindrosas huestes populares que buscan con ahínco el perdón del progre, el aplauso del rojo, la palmadita en el hombro del izquierdista-único-demócrata con certificado de origen.

Y volvemos a la mentira. La mentira está acabando con la falsa España del oropel. Se nos están viendo las costuras del traje mal cortado y peor cosido y en breve plazo se nos verán los calzones y las vergüenzas. 

La economía se sostiene porque Europa, por la cuenta que le traen a sus bancos e instituciones financieras se está haciendo la loca, pero si la verdad de la situación se hiciera completamente clara a los ojos del engañado mundo, ésto no lo sostenía ni el Rey Salomón con todas sus riquezas.

La mentira del milagro democrático español también está en cueros. La ciudadanía comienza a darse cuenta que aquí no hay sino dos mini-franquitos que se van sucediendo en el poder y que se apalean un poco como las marionetas del teatrillo itinerante para dar la sensación del "juego democrático" mientras sus estructuras succionan, esquilman, agostan y de paso se envilecen.

Por último, la mentira de la muerte. Esta semana la jauría progre, la otrora horda roja reconvertida en horda-caviar ha lanzado un vídeo pidiendo el aborto libre. Da pena ver como estos individuos se enfangan tratando de presentar el genocidio como un derecho de la mujer y una manifestación de la libertad, lo peor de todo es que sospecho que muchos de ellos ni tan siquiera lo hacen por ideología sino porque viven en un medio que les requiere la participación, el seguidismo, la apostasía pública no ya del santo bautismo sino de la mera condición humana. 

Ante esta visión real, ni apocalíptica ni catastrófica, los habrá que me tachen de cenizo y negativo, con todo respeto me importa un pito, porque no reconocer la realidad cuando se tiene enfrente es una cosa muy socorrida a corto plazo (si no pregunten a Mariano el de Moncloa) pero a la larga suele hacer bastante daño.

Dicho esto soy sumamente optimista y la razón de mi optimismo se basa en que más tarde o más temprano tocaremos fondo, el modelo actual que impera en Europa y la otrora llamada civilización occidental no tienen futuro; un modelo que apuesta por la eugenesia, la dictadura del capitalismo amoral, la reducción del hombre a un consumidor conectado con la desinformación no puede sostenerse sin agotar por completo su materia prima esencial, el hombre. 

El hombre no fue creado para la ignominia y si bien los designios del Creador son inescrutables en lo referente al mundo y en la Historia se han vivido etapas de suma degradación, los niveles que venimos alcanzando en esta postmodernidad mundialista y globalizada se acercan al límite de lo soportable.

Llegará un día en que los pocos sanos que queden se hartarán de vivir con el fango hasta el cuello y se buscaran vías para procurarse una vida plena y consciente y por ende mejor.

Cómo llegara esa verdadera revolución popular y a cuantos alcanzará es cosa que no nos es dado ver, al menos al que esto escribe, pero que vendrá más tarde o más temprano es cosa casi segura ya que de no venir lo que acabará llegando es el fin y entonces si que todo problema habrá terminado ya que sabemos que al final, pase lo que pase el Bien acabará triunfando y las penas del mundo se diluirán en la esperanza infinita de la patria eterna.

Sanglier.

miércoles, 22 de mayo de 2013

TALAVANTE Y LOS SEIS "VITORINOS".

Alcides, Tato y Doroteo fueron el sábado pasado a las Ventas. Pagó las entradas Doro, eligió los sitios Alcides, llevó los cigarros Tato. La casualidad hizo que se sentaran al lado del crítico Jacinto María Ricopollo Beltrán, primo lejano (por los Beltrán por supuesto) de Doroteo. Por cortesía del crítico Ricopollo, reproducimos a continuación su reseña de la corrida.

"Fuimos ayer a los toros. Antes de dar cuatro pinceladas de lo que nos pareció, volvamos un poco los ojos atrás, porque muchas otras tardes de mayo como la de ayer ha habido: de airón, grisura y amenazando lluvia. Esto es lo que nos cuenta José Gutiérrez Solana (Pepe para los amigos):

“(…) En una de las casas empezadas a derribar, que tiene por delante vallas de tablones viejos para no dejar libres las entradas al interior, entre las rendijas se ven los patios y portales llenos de cascote; en uno de ellos está instalado el despacho de billetes para ir a la Plaza de Toros, y los carteles anuncian la corrida, encargándose de dar muerte a los toros José Redondo (Chiclanero), Cayetano Sanz y Julián Casas (Salamanquino); la gente se estruja para tomar las entradas, y se habla del buen trapío y romana de los toros, que traen mucha leña en la cabeza, y todos señalan al toro “Hurón” como el más temible de los que se van a lidiar, y que han visto en los corrales de la Plaza; este toro es retinto, bragao, salpicao y con dos grandes cuernos. (…) Como no les interesa para nada la corrida, hablan del sol, del tiempo y del agua clara y fresca; junto a éstos unos señores con altas chisteras, levitas y pantalones claros, que han tomado entrada para la corrida, miran al cielo, pues una nube grande se va ensanchando amenazadora; discurren los guardas municipales, con pantalón blanco; pasan los chulos con sombrero calañés, chaqueta corta y pantalón amarillo; los vendedores de fósforos caminan, llevando una caja colgada del cuello por una correa, y atada a ella el paraguas para resguardarse del sol; estos vendedores usan también el calañés.”

Después de este largo párrafo de don José es un poco arriesgado lanzarse a escribir. Nos han llamado la atención dos cosas de las que comenta: la expectativa ante la corrida de toros y la amenaza de la nube oscura en el cielo, en la que se fijan los señores con chistera que han comprado entrada. Son dos elementos que se dieron también ayer, cuando nos acercamos a la plaza, gracias a la generosa invitación de un buen amigo, viejo lobo de mar reciclado en gran aficionado a la cosa taurina.

Se presentaba Alejandro Talavante, como único espada, frente a seis toros de la ganadería de Victorino Martín. La expectativa era enorme, el gesto por parte del torero también. Salirse de la comodidad del pequeño grupo de toreros llamados figuras, que limitan sus actuaciones a determinadas ganaderías, y atreverse con los Victorinos. El gesto y la gesta eran enormes en lo propiamente taurino, sólo con seis toros y no con ganaderías descastadas (como otro hizo en Nimes), pero también por el paso adelante respecto a la fiesta. Como diciendo: no se puede ser un gran torero sin enfrentarse a toda clase de ganaderías. Y como diciendo: torear no son los cuarenta pases, es otra cosa. De ahí la enorme expectativa, el enorme apoyo al gesto del torero: plaza llena hasta la bandera, lleno de no hay billetes desde hace semanas y enorme ovación durante el paseíllo y al terminarlo, que obligó al torero a salir al tercio a saludar.

De la estampa de Gutiérrez Solana un segundo elemento hizo su aparición, como saltando del papel a la tarde: el aire, el frío, el nubarrón. No llegó a llover, pero antes de salir el primer toro ya estaba la tarde cuesta arriba, y fue una verdadera pena. El tiempo no quiso acompañar y el viento hizo su aparición, molestando al torero. La plaza estaba helada, pero dicha sea la verdad deseando calentarse a base de aplausos a la primera ocasión. Pero no fue posible.

Desde el principio, tal vez por el aire, tal vez por la tarde helada las faenas no arrancan, el torero, desconfiado, en ningún momento parece encontrarse a gusto. No transmite apenas, empeñado en elegir los terrenos dónde más fuerte sopla el aire. Una cosa que nos sorprende es que pensábamos que venía preparado, que conocía el ganado, que lo había tentado y probado en casa del ganadero. Sin embargo hay que pensar que no debió de ser suficiente o que no es lo mismo aquello, vacas o algún novillo en el campo, que una tarde de toros en Las Ventas y con seis. Lo decimos porque vemos que deja la muleta atrás, con el cuerpo descubierto, que no mantiene la muleta en la cara del toro a la salida del pase y entonces el toro le mira, hace por él, y claro no liga y se suceden los pasos, los pasillos, el correteo y el público se enfría. Sólo cuando corrige esto, en el tercero, se produce por fin la faena, le cita presentando la muleta con suavidad como debe hacerse con estos toros, sin toques y sin brusquedad, lo hace cruzándose, metiéndose en los terrenos del toro, el toro humilla, repite, serie a una mano y a otra. Algunos dicen que es porque por fin hay toro. El eterno dilema. Por lo que nosotros vimos casi todos los toros tenían son, humillaban e iban a la muleta sin dudarlo repitiendo codiciosos, pegadizos. En menor medida tal vez el primero muy parado y el último al que no quiso el torero probar, ya totalmente desanimado. Los toros debían ir prendidos de la muleta, con la mano adelantada, delante, tapando al torero, y así se arrancaban con codicia.

Vimos una lidia que podía haberse mejorado y al menos dos toros muy mal picados, sin que en ninguno de los seis destacara el tercio de varas. ¡Cómo les costaba mover los caballos! Parte del público pitó al ganado reprochándole tamaño, falta de peso, diciendo que eso era una novillada. No entendimos esto. Hemos visto corridas del ganadero de algo más de trapío, pero siendo Saltillo Santa Coloma parece que no se puede pedir más tamaño ni peso. Y los toros nos parecieron bien hechos, rematados. ¿Tal vez proviniera la queja de los pitones? No sabemos. De nuevo, a nosotros los toros no nos disgustaron y lo que creemos sobre todo es que no se supieron lidiar y que por esa razón no pudimos verlos y que cuando el torero lo intentó respondieron. Es verdad que tal vez no con la transmisión ni con la vibración de la corrida que vimos en esta misma plaza el año pasado en junio, y que teníamos en mente recordando las dos faenas de Albero Aguilar a sus dos toros.

Volviendo a ayer, después del tercer toro, perdida la oreja que parecía segura por la espada (mató muy mal toda la tarde) ya no hubo corrida. El siete, al que tantas veces defendemos, estuvo pesado, protestando cuando no había ya nada que hacer, con el torero desfondado, superado por los toros, monótono, repitiendo cada vez los mismos terrenos, la misma lidia, el sol huido, la tarde fría. Hasta que despachó al sexto toro sin querer verlo y estalló la bronca, justificada por este gesto final de abatimiento, desánimo o falta de voluntad que sonó un poco a desprecio. ¡Pues para eso no se encierre usted con seis toros oiga! parecía reprocharle la plaza, más enfadado por la decepción y no haber podido lanzar las ovaciones que tenía preparadas que con el torero.

Cuando el torero se retiraba nosotros aplaudimos. Nos preguntó una amiga y pariente, buena conocedora del asunto, que a que aplaudíamos y contestamos que al gesto, que a la valentía de haberlo intentado. Y sentimos de verdad mucho el fracaso rotundo cosechado por este hombre que ha intentado romper con la monotonía en la fiesta, con el monoencaste, con las supuestas figuras que sólo torean lo mismo, tarde tras tarde, atreviéndose él con toros que no se caen, con toros que no abren la boca ni muertos.

En fin. Los toros como la vida misma, ya se sabe. Tras una alegría el garrotazo, con las buenas intenciones de cabeza al infierno, y a la viceversa claro, claro."

UNA DE FOTILLOS: TARDE DE TOROS


LA PLAZA DESDE LA AVENIDA DE LOS TOREROS

BALCÓN A CONTRALUZ

LA SUBIDA AL TENDIDO

LA PLAZA

TORO BRAVO (de don José Escolar)





sábado, 18 de mayo de 2013

PAJARERÍA II

Los pájaros.


Los pájaros son el orden más moderno de las aves. Las aves cantoras son un subgrupo de los pájaros, perteneciendo todos los pájaros europeos al suborden de las aves cantoras. El ave cantora mayor, oriunda de Europa es el cuervo. No pueden cantar pero en cautividad aprenden a decir palabras (como algunos maridos). El cuervo es el más grande de los córvidos. Viven unidos en parejas de por vida en un mismo territorio muy amplio que nunca abandonan. Podemos decir que el cuervo puedo incluso llegar a representar cierto ideal de vida sedentaria, cultivando laboriosa y sabiamente el huerto. Esto sorprenderá a quien no esté familiarizado con este pájaro, ni con sus ancestrales y sabias costumbres, como la de las largas tertulias al atardecer, todos en fila sobre la gruesa rama de un árbol viejo. Tal vez quien más ha sabido de cuervos en España haya sido Alvaro Cunqueiro. Su obra está sembrado de historias en los que está presente el negro pájaro y el mismo escribió que “Estas historias de cuervos que hablan, o de gente que reaparece, viniendo de los cercados del otro mundo, en forma de cuervo, debí haberlas reunido en un amplio capítulo, pero van sembradas por este libro de retratos, aquí y allá”.

Los cuervos pueden llegar a centenarios, son capaces de aprender y van acumulando experiencias (al contrario que muchas personas). Su único enemigo, dejando a un lado las supersticiones del hombre, es el búho real. Horace Smith, Daniel Wesson, Samuel Colt, Abel “Shangai” Pierce y John Chisum tenían todos algo del cuervo. De la misma forma que Secundino Prieto, Neira de Pardomonte, Felipe de Lomba, Louro de Salceda y Licho de Vilamor.


Otros animales.
El tejón es nocturno, su hocico es especialmente adecuado para olfatear y hozar, móvil y musculoso. Utiliza a menudo la misma madriguera durante generaciones. Son auténticos laberintos subterráneos que pueden compartir con zorros, martas y garduñas. En invierno, como algunos amigos, reduce su actividad y duerme mucho. El tejón, el fiero, valiente e indolente tejón es nuestro animal favorito. Caprichoso y desconfiado camina por el bosque con aire lento y desganado. Pero puede de repente convertirse en uno de los más fieros luchadores que ha dado la naturaleza, no especialmente parca en materia de fieras. Perdiendo por completo el sentido de las proporciones, cegado por la voluntad de defender a toda costa su madriguera, el tejón enfurecido es capaz de enfrentarse incluso al oso grizzly, cuya fuerza y agresividad hacen de él uno de los mamíferos más temibles. Fue testigo de la pelea el trampero Sam Minard: “De repente el hombre del caballo sintió una sacudida de asombro. Lo que la bestia estaba invadiendo no era la madriguera de un perrillo, sino la guarida de un tejón, y el hombre no conocía a un luchador más letal. Creyó saber lo que había ocurrido; el tejón al que le brillaban los negros ojos de ira e indignación se había retirado al fondo de su madriguera subterránea y allí, gruñendo en la oscuridad había esperado. Al fin, hirviéndole la sangre de furia, se había abalanzado por el túnel y con unos dientes tan puntiagudos como agujas había mordido el hocico del oso.[1]

Ya hemos dicho que el tejón es amante de las comodidades domésticas y, pese a su carácter individualista y solitario gusta de vivir en viviendas comunitarias compartidas con otros tejones y mantenerlas durante generaciones. Es capaz por tanto de compartir la propiedad y de mantener proindivisos durante generaciones y generaciones, lo cual es asombroso y muy elogiable sin duda. Debe por tanto ser animal dotado a la vez de genio y paciencia.



[1] Vardis Fisher, El trampero. Editorial Valdemar. Colección Frontera. 2012.

viernes, 17 de mayo de 2013

TIPO FISICO SIGLO XX: AVIADOR DE PAISANO (Extinguido)

A VUELTAS CON LA IMPUNIDAD

Observo que mis líneas de ayer han generado algunos comentarios entre los amables lectores de ésta gacetilla cepogordista.

Al lector separatista le deseo lo mejor en la futura república del Montseny y le deseo que le sienten bien los calçots, plato extraordinario que he tenido oportunidad de degustar en varias ocasiones durante mis muchos viajes a esa región de España a la que profeso un sincero cariño y en la he pasado momentos inolvidables, entre los que figura el honor de haber jurado bandera en Figueras con la bandera del Regimiento de Infantería Barcelona 63, unidad que defendió Gerona al mando del General Alvarez de Castro durante la Guerra de Independencia. Todo muy catalán y por tanto muy español.

Agradezco igualmente las sugerencias de aquellos que propugnan un acercamiento a UPyD como única fuerza política que aglutina la reacción del pueblo "sano", ahora bien, creo que ésto amerita algunas reflexiones en voz alta:

(1) No tengo nada en contra de UPyD, sus líderes, miembros y bases. Entiendo que actúan movidos por un sano interés por España y el bienestar del pueblo español y considero que están haciendo un encomiable esfuerzo con medios escasos y la oposición más feroz del PP y de las fuerzas de la teórica derecha que los ven como un peligro fatal para su poltrona.

(2) No comulgo, ni puedo comulgar con muchos de los principios políticos de UPyD de los que me separan criterios y valores fundamentales, algunos que como católico son para mi más importantes que la propia España.

(3) Creo que en el espacio político español hay sitio para una corriente tradicional auténtica, sin hipotecas históricas ni personales y sin vergüenza a la hora de defender grandes valores como son Patria, justicia, unidad, libertad, solidaridad, un auténtico movimiento popular de personas independientes que actúen en la vida pública con un criterio exclusivo de servicio sin aspiraciones personales.

Sólo desde un plataforma de esas características resultaría posible actuar en la vida pública con garantía de independencia y con la posibilidad, como no, de colaborar con otras orientaciones como UPyD en aquello que sea bueno para el destino del pueblo español.

(4) Soy consciente de las dificultades casi insuperables que entraña semejante proyecto, si bien no puedo renunciar a la posibilidad de que un día se den las circunstancias que faciliten su nacimiento y desarrollo. 

Quizá estas tertulias cepogordistas induzcan a gentes con posibles y buenas intenciones hacia la acción política y faciliten medios que permitan agrupar a lo sano de nuestro pueblo, la vida está llena de sorpresas.

Dicho ésto, creo que nos toca pelear cada uno en el puesto y destino que Dios nos ha concedido tratando de hacer el bien y manteniendo la capacidad de discrepar del discurso oficial, denunciar la mentira, defender lo que se cree y estar disponibles y dispuestos para asumir las tareas que en cada momento podamos llevar a cabo por el bien del pueblo español y el futuro de nuestra maltrecha patria.

Sanglier.

jueves, 16 de mayo de 2013

IMPUNIDAD FATAL

Una de las cosas que más sorprenden al contemplar el triste espectáculo de la cosa pública es el éxito rotundo de la impunidad.

Llegamos a la conclusión de que el español contemporáneo adora la impunidad, no solo la tolera silente sino que la venera como un derecho consolidado de cualquiera que accede a un cargo público, el que sea. No recurriré al manido "para muestra un botón", mas bien ofreceré unos cuantos botones para tratar de explicar a qué me refiero:

El señor Fernández Ordoñez ex-Gobernador del Banco de España ha sido responsable de una institución bajo cuya supervisión se han llevado a cabo toda suerte de tropelías, al día de hoy ninguna Autoridad ha levantado el dedo para exigirle responsabilidades.

El Honorable Arturo Mas, ha manifestado en reiteradas ocasiones su disposición a incumplir con sus obligaciones legales y ha pasado a la acción de inmediato y no le ha pasado nada; ni remoción, ni instrucción, ni imputación ni nada de nada.

La señora Mintegui, diputada separatista, se enfrente a la policía y se permite palabras y actitudes de chulería tabernaria amenazando con llamar a no se sabe que autoridad superior. Espero que alguien con Autoridad haga algo, hasta ahora, nada de nada.

Y así podría seguir con cientos de diputados, alcaldes, concejales y toda suerte de electos y cargos públicos que no cumplen con la ley y a los que nadie con capacidad les exige ni el cumplimiento ni la responsabilidad derivada del incumplimiento.

¿Qué memez es esa de que en España se quiere construir una sociedad mejor, más igualitaria, más sana...? Paparruchas. Si los responsables de hacer cumplir la ley son los que la violentan cada día en asuntos mucho más importantes que robar una gallina por hambre..¿Qué pretenden hacernos creer?

Lo grave no es sólo que los políticos y enchufados se sientan impunes y actúen como tal, sino que la inexistente "sociedad civil" es decir el honrado y viejo pueblo español está desaparecido.

La mayoría de los que salen a la calle en contra del gobierno son parte del engranaje progre y los que de forma bienintencionada les secundan son víctimas de la ola de desinformación y estupidez que asola la pobre Europa.

La reacción que yo ansío y que barrunto casi imposible es la de la gente sana y cuerda, la de los que trabajan y pagan impuestos, la de los que crían a la familia y tratan de llevar una vida decente y honrada, esos son los que asqueados por la realidad política y acuciados por sus problemas cotidianos permanecen ocultos sin levantar la voz.

Ojalá me equivoque y el pueblo español comience a levantarse para reclamar su legítimo derecho a no vivir bajo el yugo de la corrupción, el latrocinio y la mentira.

Sanglier.


miércoles, 15 de mayo de 2013

Pajarería.

El cepogordista ha tenido un mal sueño. Algo difícil de describir, una especie pesadilla de metamorfosis. Gracias al cielo nada parecido a lo sucedido a Gregorio Samsa. Se ha visto a si mismo elegantemente vestido y puesto ante una elegante mesa bien ataviada. El sueño era algo confuso, borroso.


A los búhos les gusta proferir gritos, como a muchas personas. Su voz es inconfundible. Sin embargo, y al contrario de lo que sucede con muchas personas, de acuerdo con el fino oído de sus congéneres esos gritos nunca son escandalosos. En cambio, como decíamos, tener el oído fino por estos lares es claramente un defecto, un dolor, que se padece con resignación en esos lugares, cafeterías, restaurantes, todo de cristal y mármol dónde el griterío se multiplica de forma tal que más de una vez el cepogordista ha caído desmayado sobre la mesa, lo que ha tenido por efecto un redoblar de gritos. Sin embargo el cepogordista no es partidario de bajar el tono, del ridículo susurro, de esperar turno para hablar y esas bobadas. Sólo hay que buscar locales bien preparados, bien acondicionados, dónde abunde el lujo decimonónico de cortinajes, alfombras, sedas que amortigüen el ruido tragándose las ondas, y dónde se pueda hablar alto, accionando frenético, sin que sufra el tímpano y sin reprimir el ánimo. Un lugar donde el cepogordista pueda ser búho.

Aquellos búhos que cada año se aparean de nuevo (no establezcan aquí ninguna asociación con el cepogordista: Alcides escaldado, Doroteo enfrascado en su casona solariega, Tato de frenesí semanal, cuando no diario), en la época de celo dejan oír su retahíla de reclamos mantenidos largamente, como algunos conocidos del cepogordista que reclaman y reclaman. Por el contrario, los ejemplares emparejados de por vida denotan con un insignificante derroche de voz la llegada del tiempo del apareamiento. A este respecto, un antiguo conocido de Alcides decía siempre que a el el gin tonic le sabía siempre mejor fuera de casa… Si, la misma ginebra, la misma tónica, la misma rodaja de limón, pero no es lo mismo. Fuera de casa sabe mejor.

Miscelánea o escrito de materias inconexas. Ya se ha dicho: cuanta gente tiene cara de autillo. El autillo es diminuto y destaca por su maestría en esconderse, habilidad que con su plumaje difuminado en tonos pardos y grises lo hacen prácticamente invisible. Vean cómo avanza cauteloso, es prudente y circunspecto. Hemos puesto a una avutarda y no a un autillo, que se las apañe cada uno como pueda.


EL ESCRIBA CONTINUA.

DE BORBON Y DEL NOROESTE  (2): REVOLVING DOOR
La curiosa aportación del Caballero de Gandía en la última tertulia del Escriba (recordemos, el texto de Pérez Galdós sobre los políticos alfonsinos tan generosamente atendidos por el contratista Monsieur Dondon)  excitó el celo investigador del propio Titular el cual, rebuscando entre viejos papeles, halló el curioso documento que ahora, reproducido en lo que más interesa, ofrece a la grey cepogordista, y que no es otro que una póliza de seguros de incendios de la Compañía La Unión  y el Fénix Español, que aparece suscrita en el año 1910.
¿Cuál es la gracia?, preguntó un tertuliano de segunda fila.
La gracia está en el Consejo de Administración. En la columna de la izquierda figuran los consejeros franceses, entre ellos Gustavo Pereire, descendiente de Don Isaac, el fundador de la Compañía, apellido emblemático, símbolo de los negocios franceses en la España de la época;  y en la columna de la derecha los consejeros españoles. Cosa curiosa: Quitando a Don Luis Álvarez Estrada, que era lo que ahora llamamos un profesional, todos los demás pertenecían a la clase política, y no eran precisamente los últimos de la clase. El alumno menos brillante parece que fue el primer marqués de Goicorrotea, que como político no pasó de diputado al Congreso. El marqués de Santa María de Silvela (no confundir con el prócer Francisco Silvela) había sido diputado en nueve legislaturas y en 1903 llegó a vicepresidente del Congreso. Don Pío Gullón, además de senador vitalicio, fue ministro de la Gobernación y en tres ocasiones ministro de Estado.
No es de extrañar, prosiguió el Escriba tras una sabia pausa valorativa, que los franceses pusiesen de Presidente a Don Fernando León y Castillo, brillante diplomático que tras haber sido ministro de Gobernación con Sagasta en 1886 fue desde el año siguiente e intermitentemente hasta su muerte en 1918  (en Biarritz precisamente) nuestro embajador en París.  Lo verdaderamente notable es la presencia en el Consejo de Administración de dos pesos pesados de la política, dos primeros espadas como Don Manuel García Prieto (más tarde Marqués de Alhucemas) y Don Eduardo Dato Iradier, los cuales fueron en más de una ocasión presidentes del Consejo de Ministros. Por las fechas de la póliza Don Manuel era ministro de Fomento y en seguida ministro de Estado; y Don Eduardo Dato presidente de las Cortes.
Don Pablo Cañizares echó su cuarto a espadas aseverando que entonces no existía la Ley de Incompatibilidades, pero su intervención fue acogida, en el mejor de los casos, con frialdad.



 

lunes, 13 de mayo de 2013

TOROS EN MADRID

Dice Baroja, don Pío, con su acusado pesimismo post romántico que “Las condiciones en que se desliza la vida actual hacen a la mayoría de la gente opaca y sin interés”. Es posible que tenga cierta razón, aunque tenemos al respecto nuestras reservas. Y desde luego hay una circunstancia y un lugar dónde esto no se produce nunca: una tarde de toros, en particular y sobre todo, una tarde de toros en la madrileña plaza de Las Ventas. Se da en una tarde de toros en Las Ventas un fenómeno misterioso, una conjunción de factores en la que se acumulan tal variedad de tipos, tal variedad de caracteres, en la que coinciden tal multitud de personas de diverso origen que por una parte, lo anodino, lo gris, lo vulgar desparecen en el bullir de la plaza que cobra vida y por otra parte, eso mismo: la plaza vive por si misma y adopta por unas horas la personalidad más viva, despierta, vital, abigarrada, apasionada, agradecida, exigente, gruñona y contradictoria que imaginarse pueda. El gran don Pío desconocía esto y quizá sea este su mayor defecto, el único que le ponemos como escritor, aceptando su mal carácter, su espíritu gruñón y contradictorio que tan naturalmente se hubieran sentado en un tendido o en una andanada a dar su opinión y a participar, incluso desde la más extrema individualidad, o por eso mismo. Es uno de los asombros de la Plaza (con mayúsculas) y uno de los motivos para agradecer y admirar, pese a todos sus errores, la presencia del SIETE, formado tarde tras tarde como una legión imperturbable, sin un claro entre sus prietísimas filas, exigente, gozoso y agradecido a un tiempo, participando. No sólo el siete claro está, pero también. Gutiérrez Solana, contemporáneo de don Pío, nos ha dejado crónicas en las que resalta a un tiempo su horror por el espectáculo de caballos reventados, faltos de la protección del peto, y de torerillos y maletillas bestiales, y su profundo conocimiento de las suertes y de la corrida, la misma contradicción que se da entre su profunda religiosidad y su brutal clerofobia. Contradictorios somos, contradictoria es la plaza y espléndida la tarde de toros, en su dureza y en su hermosura, haciendo de reflejo condensado, comprimido, de lo que la vida es y ofrece. De lo que la vida regala. Hay un elemento especialmente difícil, y duro en esta Fiesta, también con mayúscula. Un elemento que también comparte la Fiesta con la vida misma y del que hasta hoy, con todo el sentido, no ha querido desprenderse. Y es que está presidida, como quien no quiere la cosa, por la terrible calva. La Muerte, en imagen solanesca, está ahí, unas veces con el huesudo mentón apoyado sobre un burladero, desde dónde observa la lidia con su risa petrificada; otras veces, con las tibias cruzadas, sin necesidad de almohadilla, sentada en un tendido, o escondida en lo alto entre el público de alguna andanada. Esta es la verdadera tragedia del espectáculo que sin el riesgo del toro verdadero, de la bestia poderosa e imponente pierde su emoción y razón de ser. Deseamos desde aquí a todos los diestros y cuadrillas que estos días pisan el suelo de la plaza para lidiar una corrida de toros, la mayor suerte y la protección del Altísimo, para que puedan actuar sin dar el mínimo triunfo a la solanesca calva. Y dedicamos estas buenas intenciones y estas pobres líneas a todo ellos, pero muy en especial a los que se enfrentan al Toro (nueva mayúscula), verdadero centro y piedra angular, con el miedo que su poder despierta, de la Fiesta. Ese toro hoy lo traen algunas ganaderías. Permítasenos que bajemos por un momento de las alturas para entrar un algo en la arena: nos referimos al toro con pies, al toro que no se cae, al toro que llena la plaza con su sola presencia, al toro codicioso, al todo que exige mando, al toro que no perdona que se le hagan mal las cosas, al toro que se arranca ya muerto. Los vimos ayer con la corrida que trajo a Madrid el ganadero José Escolar. Don José Escolar. Aplaudimos a los toros, admiramos a diestros y cuadrillas, que con su valor ante ese enemigo que lo es, mantienen viva la Plaza y con ella a ese mundo de siglos, en el que los espectadores que acudimos alguna vez a Las Ventas, a ver ciertos toros, tenemos el privilegio de participar, ausente toda vulgaridad. ¡Chimpón!

domingo, 12 de mayo de 2013

UNA DEL ESCRIBA

DE BORBON Y DEL NOROESTE.

En la tertulia del Escriba se habla frecuentemente, con sumo escándalo y pesar, de los escándalos de corrupción que más que salpicar sumergen a nuestra clase política.  El Caballero de Gandía, hombre al fin y al cabo más mundano que sus contertulios, acostumbra a distanciarse discretamente de los aspavientos puritanos y un tantico farisaicos de sus amigos  (ahora resulta, dice el Caballero, que los corruptos, al igual que los muertos, son siempre “los otros”), y en apoyo de su escepticismo aristocrático se permitió el otro día ilustrar a los contertulios con un texto sacado de los Episodios Nacionales de Don Benito Pérez Galdós, en el libro dedicado a Cánovas. Al Escriba le ha parecido oportuno ilustrar también a los esforzados lectores de Cepo Gordo, y lo transcribe a continuación:
“En los comienzos de 1880 hizo se más patente la invasión del positivismo en las almas de los afortunados políticos que entonces estaban en candelero. El sabio consejo de un estadista francés que dijo a sus contemporáneos enriqueceos,  que ningún hombre público agobiado por la pobreza puede hacer la felicidad de su Patria, fue tomado al pie de la letra por los que aquí pastoreaban el rebaño nacional. Monsieur Donon, a quien se adjudicó en concurso la terminación de las líneas férreas del Noroeste dio pruebas de ser hombre sagaz, y al propio tiempo muy agradecido. Al constituir su Consejo de Administración repartió las plazas de consejeros, dotadas espléndidamente entre lo más granado de la Situación conservadora, dando también su poquito de turrón a los liberales, y mucho más a la gente palatina.
Recuerdo ya las caras risueñas y complacidas que tenían en aquel tiempo todos los agraciados con los premios gordos de la lotería Dononiana. Recuerdo también que un conspicuo gacetillero hizo un chiste que ha quedado de repertorio. Disputaban varios amigos en el Salón de Conferencias del Congreso para determinar cuáles eran los segundos apellidos de las dos ramas borbónicas. Alguien dijo que todos llamábanse Borbón y Este, y nuestro gacetillero contestó en el acto que el Rey de España se llamaba don Alfonso de Borbón y del Noroeste”.
Para rematar la faena el Caballero de Gandía puso sobre la mesa otra botella de Fondillón que los contertulios dejaron casi totalmente exhausta, y entre unas cosas y otras todos los  contertulios regresaron a sus casas con mejor disposición de ánimo.