domingo, 29 de junio de 2014

UFOLOGIAS II

Luisito era un chico de doce años inteligente y sensible que desde los nueve sentía y alimentaba un interés desmedido por los asuntos extraterrestres.

Luisito vivía con sus padres, dos personas honradas y sin aparentes problemas mentales y con una hermanita un poco más mayor que el y como casi todas las adolescentes un tanto atolondrada, con el cuerpo y la mente revueltos por mil cosas que no comprendía y otras dos mil más que creía entender, pero que tampoco entendía, y que le daban miedo y la provocaban unos cambios de humor terribles que la conducían a pasarse el día entre llantos, hipos, sonrisas, abrazos y raptos larguísimos de incomprensión y melancolía.

Una tarde, a principios de la primavera, Martita y mamá habían salido de compras. Luisito y su padre estaban solos en casa. El padre leía una novela sentado en un cómodo sillón de orejas, Luisito andaba desaparecido en las profundidades de su cuarto hasta que hizo su aparición en el salón y se situó a escasos metros de su padre. 

-Papá
-Dime Luisito
-Quiero ir al Canadá
-¿Y cómo es eso?
-Me he enterado que el Canadá es una tierra poblada por extraterrestres.
-¿De dónde has sacado esa idea?
-Lo he deducido por la abundancia de castores.
-¿Y cual es la relación entre los castores y los extraterrestres?
-Los castores se ocupan mucho de sus hembras. Son atentos y obsequiosos.
-¿Dónde aprendiste eso?
-Fue ayer, en un documental de la televisión.
-Pero bueno, Luisito, eso no es nada extraño, en muchas especies los machos prestan atención a sus parejas.
-No papá, hay algo más, escuché lo que dijo la tía Angelita.
-¿Y que dijo la tía Angelita?
-Al escuchar que los castores eran atentos y obsequiosos con sus hembras,la tía dijo que "sin duda los castores son seres de otro mundo", lo recuerdo bien, lo memoricé.
-Así que dedujiste que si los castores son "sin duda, seres de otro mundo" deben ser extraterrestres...
-Así es.
-Pero si los castores son extraterrestres ¿cómo es que nadie se dio cuenta de ello?
-Porque los canadienses también son extraterrestres y ellos trajeron a los castores desde su planeta.
Mira papá, ayer estuve leyendo en internet muchas cosas sobre el Canadá y los canadienses, todo cuadra. Escucha, lo anoté todo.
Lusito sacó de un bolsillo de su pantalón una libretita de tapas rojas y comenzó a leer.
-Los canadienses no son americanos ni europeos, habitan un territorio enorme y apenas poblado por un puñado de gente que aparentemente vinieron de Europa pero que se empeñan en no tener nada que ver con sus culturas de origen y crearon el "verdadero canadiense". Luego comenzaron a llamar a otras gentes de todos los países del mundo para que fueran a vivir allí. Está claro que son otros extraterrestres que están reuniéndose, preparando algo grande que está por llegar. Escucha, hay más datos. Comen cosas extrañas como granos de plantas de río que llaman arroz salvaje, savia de árbol que llaman sirope de arce, beben zumo de grosella, no juegan al fútbol y para divertirse se dedican a empujar una piedra por encima de una pista de hielo, les gusta el invierno y van todos vestidos de una forma muy rara, está claro, tienen que ser extraterrestres.
-Puedes estar en lo cierto, Luisito, pero creo que deberías investigar más este asunto antes de llegar a una conclusión definitiva.
-Por eso quiero ir al Canadá.
-Lo entiendo Luisito pero tendrás que esperar, aún eres pequeño.
-Pero papá, si este curso saco buenas notas...
-Mira,Luisito, quizá sea mejor que hables de ésto con la tía Angelita y le preguntes porqué según ella "sin duda, los castores son seres de otro mundo"
-Ya lo hice.
-¿Y que te dijo?
-Se puso colorada y trató de cambiar de tema...
-O sea que no te aclaró nada.
-No, pero me hizo pensar que sabía mucho del tema, creo que la tía Angelita puede haber tenido contacto con los extraterrestres y por eso sabe que "sin duda, los castores son seres de otro mundo".
-Bueno, esa sin que es una hipótesis bastante arriesgada..
-No, papá, piensa en ello. A la tía Angelita le gusta el salmón, come arroz salvaje, le gustan los zumos de frutas raras...
-Puede ser, Luisito, puede ser, además debes saber algo que nunca antes te había contado...
-¿Un secreto? ¡Oh si, papa, un secreto! ¡Cuéntamelo!
-Mira Luisito, ¿sabes dónde conocí a mama y a la tía Angelita?
-No papá.
-En un viaje al Canadá, dando un paseo por Mount Royal, al pié del Lago de los castores...

Al escuchar las palabras de su padre Luisito se quedó paralizado, fue un choque terrible, le temblaban las piernas, era incapaz de hablar. 

A su alrededor las formas comenzaron a perder nitidez, se sintió invadido por una extraña placidez, una luz blanca envolvía el salón, antes de perder el conocimiento tuvo la certeza de que el rostro de su padre se transformaba y dónde antes estaba su sonrisa amable, su mentón firme y su mirada clara ahora podía distinguir unos dientes sólidos y grandes, un hocico peludo, unos ojillos maliciosos que lo miraban fijamente... 

sábado, 28 de junio de 2014

El CAMPEONATO MUNDIAL y la Gran República (una cosa burda).

Contaremos la historia de Tonto del Culo García, que acabó siendo púgil campeón del mundo de pesos pesados por el entrenamiento constante recibido desde pequeñito. Lo haremos mientras comemos una deliciosa amalgama de sardina reventada en fritura canalla, a la infamia. Paradojas de la vida y de la legislación. ¿Quién iba a decir que la reforma progresista de las normas reguladoras del Registro Civil iba a tener una influencia tan determinante para que España tuviera por fin un campeón mundial de los pesos pesados? Recordarán que antes de su definitiva desaparición, antes de la implantación definitiva de nuestra gloriosa República Comunal Igualitaria (¡¡Larga vida al Gran Nivelador!!), el Registro Civil coartaba la libertad de los ciudadanos y sus reglas de funcionamiento estaban cargadas de veneno fascista con derivaciones machistas, tufo católico, y un fundamento de creencias y jerarquías verdaderamente insufribles e inexplicables. Un solo ejemplo bastará para hacerse una idea del horror en el que se vivía. Escojamos el artículo 54 de la ley de 1957 (la prehistoria, vamos) en su redacción original:

Artículo cincuenta y cuatro.

En la inscripción se expresará el nombre que se dé al nacido, que debe ser, en su caso, el que se imponga en el bautismo. Tratándose de españoles, los nombres deberán consignarse en castellano.

Quedan prohibidos los nombres extravagantes, impropios de personas, irreverentes o subversivos, así como la conversión en nombre de los apellidos o pseudónimos. También se prohíbe la imposición al nacido del nombre de un hermano, a no ser que hubiere fallecido, o cualquier otro que haga confusa la identificación.”

¿Es necesario comentar algo así? Eran las cavernas, el cuaternario, el yugo de la obligación y los prejuicios, la represión del YO. Una ofensa en cada palabra, una permanente agresión a nuestros derechos y a la igualdad. Un choque en cada letra con la doctrina jopútica que ha inspirado nuestro glorioso movimiento hoy universal e irrebatible, una vez implantado para dos mil años tras el Gran Referéndum.

Afortunadamente, la ola de imparable progresismo que por fin se llevó por delante aquella época miserable, hasta desembocar en la proclamación de nuestra República Comunal Igualitaria (antes “Este País”, antes “España”), barrió tanta miseria. La llegada de la democracia, con la Transición, aquel periodo turbio en un principio, pero que contenía todos los elementos disolventes y corrosivos que por fin nos han liberado, fue el inicio de un camino que puso fin a tanto oprobio, a tanta represión, a tanta ignominia.

Ya que hacemos un poco de historia, debemos agradecer sobre todo la contribución del partido que oficialmente decía representar a la llamada derecha (de cuando existían partidos y la burguesa pluralidad, anteriores a la Gran Igualación), el PP, verdadera quinta columna, auténtico caballo de Troya de la Gran Doctrina Igualadora progresista de la que hoy disfrutamos. Gracias a él se sometieron masas enteras de población reaccionaria, sin resistencia alguna, casi sin enterarse. Suyo fue el mérito de la reforma del año dos mil. ¿Se acuerdan?: “A petición del interesado o de su representante legal, el encargado del Registro sustituirá el nombre propio de aquél por su equivalente onomástico en cualquiera de las lenguas españolas.” Con esto se abrió la caja de los truenos y se inauguró la era del gran galimatías. Con la vuelta de Babel y la gloriosa Jerigonza se allanó el camino para el Gran Fárrago y la proclamación de nuestra República. Claro que no sólo fue Babel, no quitemos mérito a la Gran Prostituta Babilónica, al triunfo de Mamón, a la inoculación de la Ansiedad Global y a la propagación de la Duda Disolvente. Pero nos desviamos de la anécdota que nos apetecía contar.[1] Que rica la amalgama de sardinas a la infamia.

Britney Sue Ellen García Johnes fue la madre de nuestro campeón. Una ciudadana ejemplar de nuestra Gran República Igualadora. Nacida en los tiempos oscuros como María Antonia García Martinez, hija de Braulio y Juana, pudo liberarse del yugo y actualizar su nombre, liberándose por fin de la carga psico-genética familiar. Una ciudadana ejemplar que ha sabido vivir sin ninguna referencia, sin ningún ejemplo, por si misma, como le ha dado la gana, partiendo desde cero o incluso en negativo (dicen algunos pelotas). Fue ganadora del certamen Lo que me sale de los ovarios, condecorada con la Orden Masa y la Medalla del ¿Por qué no? Hoy imparte las asignaturas de Todo es muy Complicado y Nada es Cierto en la Universidad Relativa del Estado. Ha engendrado varias veces, eligiendo llevar a término únicamente a Pomelo, Lenín y a nuestro campeón, el pequeñín.

El pequeñín nació antes de la quema del Registro Civil pero, afortunadamente para el deporte de la República, por entonces ya eran libres las inscripciones. Pomelo y Nectarina –una vecina- se habían peleado otra vez y nuestra ciudadana estaba de mal humor ese día. Así que al registrar al niño le puso Tonto del Culo (nombre 1) Te Pincho el Ojo (nombre 2). Ya sé que es obvio lo de nombre 1 y nombre 2, pero es que los más jóvenes no sabrán que en los tiempos del oprobio existían nombres de pila y apellidos, verdaderas cadenas para el ser humano.

Puesto que durante la infancia de nuestro protagonista la República acababa de proclamarse, todavía subsistían muchas de las antiguas supersticiones, conceptos como insulto, grosería, feo, bueno, malo, y todas las tonterías que ustedes puedan imaginar y de las que hemos liberado por fin a la Gran Masa Fiscal. Así que podrán intuir la vida del niño en aquellos tiempos heroicos. Sí, hijo de una luchadora llamada a ocupar más adelante los más altos cargos educativos de la Gran República, una auténtica pionera de la Gran Doctrina, pero por entonces todavía de una doctrina que no se había hecho universal y suscitaba alguna oposición, adicional a las supersticiones en el trato cotidiano. Se pueden imaginar la terrible escena en el colegio (todavía existían en una forma que hoy nos resulta desconocida con la que afortunadamente acabó la implantación del Microchip Igualador versión 2.98):

-          ¿Cómo te llamas?
-          Tonto del Culo.
-          ¿QUÉ?
-          Tonto del Culo Te Pincho el Ojo…
-          ¡¡Te vas a enterar…!!

La naturaleza ayudó un poco porque Sue Ellen estaba lo que se dice cachas y se inseminó con material de un deportista de moda por entonces (tal vez fuera futbolista, no recordamos), con lo cual el nene Tonto del Culo salió forzudo y más bien lerdo, poco amigo de reflexiones o de hacerse excesivas preguntas, es decir todo un republicano igualitario sin rastro de las antiguas taras. Al segundo tortazo aprendió a mover los pies y ya en primaria era más proclive a dar que a recibir, y claro, con un entrenamiento así, lo demás se deduce con facilidad. Una alfombra roja hasta el campeonato mundial. Cosas de la antigua represión civil.


[1] Vean, vean como se insultaba a la gente: Artículo ciento uno. Las personas consideradas pobres gozarán de gratuidad absoluta en los servicios del Registro Civil. Por tanto, no puede exigírseles exacción por la tramitación de expedientes, honorarios médicos, precio del Libro de Familia o por certificaciones, las cuales se expedirán en papel de oficio.

jueves, 26 de junio de 2014

TATO EN LA ARENA

Sr. Director,

Ha publicado usted unas líneas de Lentini Spotti, la pústula de los Abruzzos. Esto le honra, acepta el debate, incluso cualquier debate. No sé si eso le honra, pero no puede quedar sin una contestación muy breve, con la que espero cerrar el caso. No soy muy amigo de estas correspondencias, pero se ha aludido a mí de manera poco cortés, y a otros colaboradores a los que aprecio.

Pues sí, sigo con el cocido, y mientras siga haciendo este frío así debe ser. Bergamota está perfectamente sobrio y duerme en Nava de Goliardos como un niño. En cuanto a lo publicado en Cepo es necesario distinguir el desahogo de lo demás, el grano de la paja. El artículo de Sanglier titulado “PROCLAMACION DE FELIPE VI - NOTAS DE COLOR CON LA MEJOR INTENCIÓN”, frente a tanta cháchara, frente a tanta verborrea, es sin duda lo más ponderado, certero y ecuánime que sobre los acontecimientos recientes se ha escrito. Acierta alabando, pero acierta también en su preocupación y la forma en que trae a cuenta al pobre Amadeo de Saboya es ciertamente magistral. Esperemos que no acierte, pero no tenemos más remedio que compartir el vago temor que de manera tan sutil introduce en su comentario. El Rey hablando ayer en catalán, insistiendo en el sempiterno tratar de contentar a quien no desea ser contentado es continuar en la pendiente que con el paso del tiempo se ha convertido en un cortado, de esos de la Zarzuela, que producen vértigo.

Le convido a compartir conmigo el cocido de mañana, haremos un sitio a Lentini Spotti si tiene a bien asomar su geta de turón.

Le saluda atentamente,

Tato

FIDELIO LENTINI ESCRIBE A CEPOGORDO.

Las espesas y tranquilas aguas de Cepogordo se han agitado un poco. Un poco porque mucho no se pueden agitar. ¿Se agita un charco fangoso cuando le cae una china tirada con mala intención? Pues mire no. ¿Es posible debatir? ¿Es posible discrepar? Mire, déjese de tonterías, a nosotros lo que nos pide el cuerpo es insultar. Si insultar con acidez y saña. Pero comprendemos que no es correcto y que no es la vía, ni lo apropiado. Hay que exigirse un poco más. Es un desahogo, eso es cierto. En Cepo también se desahoga la gente, para eso sirve desde luego. Pero puestos a desahogarnos, nos gustaría más repartir palos, una buena tunda, una mano de garrotazos. Pero mire, tampoco eso puede ser. En primer lugar porque es alejarse de lo que debemos ser, el deber ser y la conciencia deben ser la guía. En segundo lugar porque somos un poco flojos, nos cuelgan la panza y a alguno el papo, y si a otro le da por devolvernos los palos, nos muele. Nos funde, nos giba, no lo contamos. Así que quietos. Las aguas se agitan poco además porque, seamos sinceros, esto lo leen tres y las aguas las menean con el dedito esos mismos tres, lo cual es normal, natural. El mundo digital es infinito, no se puede abarcar. Hay más escribidores que lectores, cosa que ya sucedía en el mundo impreso. Es algo sabido, verborrea escrita, infinita, marabúntica. Lo explica muy bien Gabriel Zaid. En fin. Volviendo al asunto del debate, nos llega una carta. La manda la pústula de los Abruzzos, la infame sabandija Fidelio Lentini Spotti. Por esa razón desconfiamos. Por quien la manda y porque dirige la carta al Sr. Director. Lentini es obsequioso y Cepo no tiene director. Lentini fuma siempre cigarros puros muy caros. Es su seña de identidad, que sean caros. En realidad ni cepo existe ni los cigarros gustan a Lentini Spotti que se marea a la tercera calada.

Sr. Director,
ü  El Sanglier se reboza en el barro para protegerse de los mosquitos que lo aculan furioso.
ü  El Tejón come carroña y como no imprime las huellas de las patas gruñe y tiene mal humor.
ü  La Zorra es artera y roba gallinas que luego ayuda a buscar.

Respetuosamente le mando ésta, poniendo en duda que vaya a publicar nada.

Yo no espero nada de Alcides Bergamota que es mi enemigo y que desde que confiesa libaciones de Viña Pomal a morro, está sin duda derrotado. La neurosis está finalmente pudiendo con él.

En cambio esperaba más de Sanglier. Y resulta que Sanglier se desahoga con charleta política. Le escribo esto y sus corifeos (tiene mucho mercenario a sueldo o es muy popular, no sé) me mandan callar:

“Sanglier, que conste que a mí no me parece mal que se desahogue, es necesario y es bueno para la salud. Pero su diatriba, su tono, ¿qué quiere que le diga? Aunque tiene su punto acaba pareciendo una arenga de taberna, dicho sea sin ofender. Termino la lectura y me pregunto ¿Y qué? A ver si puedo mandarles una carta más larga y me la publican explicándome un poco mejor. A mí me parece que acierta usted mucho más en otros terrenos. Permítame ser un poco cursi y redicho y hablar del “territorio Marguerite”. Quiero decir que deplora usted lo que sucede hoy, añora una España ideal que por otra parte no ha existo como tal ideal nunca, no rescata nada de lo presente, todo es negro y maniqueo. En fin, que no hay ningún análisis, que no explica usted las causas, ni analiza nada. Todo es un escándalo, todo degenera, no hay nada bueno. Su artículo se queda en terreno de nadie. No es política, ni análisis político ni es ficción (salvo parodia del quejumbroso). Yo creo que sería mejor que creara usted un personaje inspirado en quien tanta indignación le produce y se entregara en cuerpo y alma al género satírico que tan bien práctica, dejando esto que parece política pero no es más que queja tabernaria, sin ton ni son, pataleta de abuelo chocho para quien cualquier tiempo fue mejor. Pues lo dicho, la sátira o el relato, o el análisis fundamentado, de un asunto concreto, pero no estas generalidades que no tiene mucho sentido. ¿No tiene usted a mano un jardín pequeño? Cultívelo con mimo, que también eso es trabajar en el presente y es más creativo que dar voz al anciano cascarrabias que el autor de Marguerite no puede realmente ser. Hortalizas, muchas y largas hortalizas”.

Eran un comentario sentido y una prosa cuidada. Pero me mandan callar los serviles. Así que le mando esta carta. Además atribuyen su redacción a Tato, ese melón, ese mendrugo que ahora estará terminando el cocido empezado ayer. Pretenden ningunearme así, negarme toda participación. Tengo derecho a discrepar y a que me rechinen los dientes cuando rabio.

Permita le haga algunas preguntas:

1.        ¿Por qué está la monarquía española vinculada a la Iglesia? Si lo está, debe explicarlo. ¿Tiene que mantenerse esa vinculación? Hay que fundamentar las cosas.

2.        Ausencia de Dios en la proclamación. Es verdad que resulta sorprendente. ¿Pero por qué? Escribe usted para lectores que son una página en blanco, en blanco. No es posible apelar a cosas que no tiene asidero alguno en esas personas. Les conozco bien. Les vendo toda la porquería que fabrican mis industrias de pacotilla. Compran cualquier cosa que yo les envuelva en diseño y queremos hablar de Dios. Pues empieza desde cero.

3.        ¿En qué consistió el acto? ¿Juró la Constitución? ¿Juro sobre la Constitución? Se me ocurre para apoyar los argumentos de Sanglier que utilizar como referencia un texto por su propia naturaleza absolutamente perecedero y derogable despoja de solemnidad y trascendencia al acto. Es como casarse poniendo la mano sobre el Código Civil. ¿Es lo que quería decir?

4.        ¿Jura o promete? Hay un lío con eso. Explíquenos.

5.        ¿Cómo que contrarrevolución? Eso y nada es lo mismo. Hay una inmensa mayoría que me temo dejaría de comprar mi mercancía averiada si hubiera quien ofreciera otra cosa. Enmiendas a la totalidad que quiere que le diga, ya las tenemos encima, construya (¡Qué horror! No parezco Lentini Spotti el infame…).

6.        Vuelvo a mí ser: ¿Es España una tierra maravillosa? Mire lo dudo. Sobre todo porque esa maravilla supuesta se utiliza para ponerla verde, nada se salva. ¿Un desahogo? Claro, claro. Le voy a vender unos bonos y una suscripción a una poltrona, puede pagar en módicas cuotas.

7.        La política es el arte de lo posible. La vida es como es, hay que indignarse lo justo.

Atenta y servilmente,

Lentini Spotti.

martes, 24 de junio de 2014

UN ESPECTÁCULO INSOPORTABLE

Es lamentable que una tierra maravillosa como España esté controlada por una pequeña pero ruidosa cantidad de gente tonta, poco instruida, maliciosa y vaga que sólo aspira a vivir de sus conciudadanos y a destruir todo lo bello que existe.

Ese grupo de gentes sin moral se prestan a servir de capataces de la gran transformación social que ha puesto de rodillas a Occidente y que amenaza con barrer de la faz de la tierra los valores espirituales y las huellas físicas de lo que el hombre europeo hizo en los siglos pasados.

Me dirán ustedes que todo esto son exageraciones y pesimismos. Todo lo contrario. 

A diferencia de esa pequeña legión de enanos mentales yo si creo en España, yo no me avergüenzo de nuestra Historia, yo no tengo complejo de inferioridad ni ansias de aparente "modernidad" que viene de fuera. ¿de dónde? Estoy harto de escuchar la cantinela de los paises de nuestro entorno...¿qué entorno es ese? Francia, corrompida hasta el tuétano, Austria que publicita cantantes barbudos, Holanda amiga de las eutanasias, Bélgica dónde se plantean la eutanasia infantil, Estados Unidos la tierra de los vientres de alquiler...¿quieren que siga?...si esos son nuestro "entorno de referencia" yo lo rechazo, abomino de ese "entorno" no quiero ser "del entorno" de ninguno de esas sociedades que han enterrado al hombre en la miasma más profunda de la desesperación.

Hoy escribe Sostres un artículo valiente y a contra corriente en la edición en papel de el diario El Mundo. Pide una España confesional. Leánlo, no tiene desperdicio.

Da gusto que alguien escriba algo que es cierto y por ello, hoy en día, original. La verdad es tan infrecuente que se ha convertido en algo verdaderamente nuevo y refrescante. 

Estoy harto de las correcciones políticas, de los progresismos de manual, de las opiniones comunes que no provienen de la reflexión personal sino del pesebre intelectual de turno.

Lo más asqueroso del mundo es un pseudo-intelectual de carné. 

Estoy harto de escuchar mentiras repetidas hasta la saciedad acerca de nuestra Historia, de nuestra cultura, de nuestra sociedad, de nuestros defectos, de nuestras carencias, de nuestras debilidades. 

Y todo eso lo dicen gentes que odian España, odian a la familia, odian el don de la vida, odian la verdadera libertad sexual, odian el amor, odian hasta los campanarios con sus cigüeñas y sus oquedades habitadas por lechuzas centenarias y por campaneros enjutos y huesudos con manos que asemejan racimos de sarmientos.

¡Cuanta fealdad! ¡Es insoportable! La televisión se ha convertido en una cloaca fétida a través de la que se emiten vapores pestilentes de una humanidad en descomposición. El español alienado se alimenta de la televisión y por tanto su mente y su alma están repletas de fealdad pues no es sino fealdad lo que la televisión dosifica día a día con frecuencia y abundancia científicas.

No señores, no es el camino. Ya está bien de comulgar con las ruedas de molino del falso progreso, de la falsa modernidad, de la falsa multiculturalidad, del relativismo que todo lo cubre con una capa de baba viscosa.

Todo el repugnante pugilato político al que estamos asistiendo no es sino un espectáculo lamentable de ínfima altura, es como una pelea de cojos, tuertos y mancos que se atacan con bajeza, con los peores recursos, sin código, ni honor, ni gallardía.

Si España ha llegado a la crisis social en la que se encuentra no es sino porque la sociedad ha dado la espalda a los cuatro valores que la hacían verdaderamente rica y consistente.

Pero no, había que cifrar el progreso en función del número de televisores, del número de turistas, del número de divorcios, del número de vehículos...eso era la modernidad para los avanzados de hace cuarenta años. El asunto es viejo, las responsabilidades muchas.

España sólo podía tener interés si se permitía abortar, y cambiarse de sexo. Eso era el progreso y la liberación de la mujer (vean si no las opiniones vertidas por la señora Alborch en un reciente documental de televisión sobre los años 80)

Hemos permitido que gobiernen y lideren la sociedad un conjunto de gentes degeneradas, con problemas de madurez emocional, gentes cargadas de complejos y taras que han legislado, influido, escrito, televisado y distribuido en función de sus neurosis, de sus obsesiones, de sus retardos infantiles.

Les hemos dado el mando a personajes que no son capaces ni de conducirse con un mínimo de decencia en sus vidas privadas, por eso mismo quieren que sean privadas, como sus creencias que no tienen, luego deben ser privadas, privadísimas, desconocidas hasta para ellos mismos.

Me dirán ustedes que lo mismo ha sucedido en otros lugares del mundo, y mucho antes que a nosotros.

Pero no es lo mismo, no señores, porque en otros lugares del mundo no tienen ni nuestra tierra, ni nuestra Historia ni nuestras capacidades. Si, han leído bien, capacidades.

El problema es que los tarados de la cúpula no creen en España ni en su Historia, se ríen del Gran Capitán, de Velázquez, de Menéndez Pidal, del cura Merino, de Blas de Lezo...de tantos y tan variados, aunque no los conozcan, mejor aún, si no los conocen es porque presienten que son aún peores, más risibles, más "viejos", "caducos", "carcas"...y eso si supieran cual es el significado de semejantes palabras.

Son los mismos que dicen que Madrid no tiene nada monumental que enseñar, los que se avergüenzan del pueblo de sus ancestros, como si el resto de la humanidad viniera de salones guarnecidos de telas. Aborrecen la estética natural de nuestra tierra y prefieren lo ajeno aunque sea falso y de escaso valor. No les gusta el llano de Castilla ni los valles Cantábricos ni las rías Gallegas ni las colinas cargadas de cereal y olivo de la Bética. No, a los tarados con aires de modernidad les gusta todo lo de fuera, más, y si es caro, muy caro, mucho más. Por eso ahora los ejes a copiar son Miami y los Emiratos. 

¡Cuanta incultura! ¡Cuanta horterez! ¡Cuantísimos enanos!...pero... ¡cuan poderosos!

¡Que horror! Estamos atrapados en una barca manejada por unos pilotos tramposos y propensos a la deserción. Les gustaría pasarse a la armada inglesa, a la holandesa, a cualquiera que no sea la del pabellón rojo y gualda, la de la cruz de Borgoña.

En fin, mantendremos el ánimo, seguiremos soñando amaneceres de plata en los olivares, seguiremos contemplando como las aguas de la ría se agitan al encontrarse con el mar, seguiremos queriendo a Quevedo y a Santa Teresa, seguiremos deteniendo el coche para contemplar la torre mudéjar y el castillo fronterizo, continuaremos andando los caminos de España y sonriendo a las niñas que juegan en las plazas, a los mozos que corren su primer encierro, seguiremos bebiendo vino rojo como la sangre del toro y comiendo quesos viejos y olorosos, seguiremos soñando con la España que fue y la que debería de ser ...si no fuera por los enanos, por los tarados que alcanzaron la cúpula, por los que odian al hombre y no aspiran sino a convertirlo en un esclavo a quién poder uncir al yugo del consumo, del relativismo, un ser sin voluntad al que ir despojando de su condición humana para convertirlo en un animal obediente y regulado.

Sanglier.

viernes, 20 de junio de 2014

UFOLOGÍAS

Llegó sin previo aviso una mañana de otoño. Se detuvo junto a la cancela del jardín. A su espalda el asfalto mojado sobre el que se reflejaba la tenue luz de una solitaria farola. Se levantó una suave brisa que agitaba las lilas dobladas por el aguacero. Sólo se escuchaba el rumor quejoso de las olas chocando contra el pretil. Desde la ventana de su dormitorio Casilda miraba absorta la figura alargada enmarcada por las luces rosadas y amarillas del amarecer. Estaba aterrada, no podía gritar ni apartarse del cristal, una fuerza desconocida la empujaba a mantener fija la mirada en la figura inmóvil del visitante. 
Pasaron unos minutos eternos y en su cerebro comenzó a tomar forma una extraña idea. 
¡Le resultaban tan armoniosas sus formas alargadas!, ¡tan profunda su mirada verde azulada! ¡tan enigmática su sonrisa! 
Percibió el rumor en sus mejillas, y el casi imperceptible endurecimiento de sus menudos pezones. Después de todo, quizá resultaba posible amar a un extraterrestre.

TARARÍ - TARARÁ - CHIMPÚN

Señoras, señores, niños, niñas, ¡pasen y vean! "el circo hispano" les presenta en exclusiva el espectáculo nunca visto: sucesiones partidistas y otras vergüenzas mixtas...una producción porno-dramática dónde se prometen jodiendas sin fin con resultados catastróficos.

No dejen de venir a verlo, lo pueden seguir en prensa, internez y los canales de televisión adheridos al programa de manipulación contracultural y anti-hispánica (es decir, todos).

Si no fuera porque nos jugamos la libertad y las lentejas, lo que estamos viviendo en la España actual daría para una serie de espectáculos cómicos de primer orden.

Ya me imagino a los mimos disfrazados de diputados, a las actrices de presidentas de comunidad, a los enanos de portavoces y a los perros bailarines haciendo de barones de partido..¡que bonito quedaría! con sus decorados, sus luces, su público enfervorizado con los cachivaches electrónicos,los tatuajes y las chancletas sudadas..¡que bonito!


PERO NO, NOS ENFRENTAMOS A LA CRUDA REALIDAD, ÉSTO NO ES UN TEATRILLO CÓMICO, ES UN DESASTRE NACIONAL 

¡Cuanto memo ilustrado! ¡Cuanta mona disfrazada de seda! ¡Cuanto chekista disfrazado de libertador! y sobre todo ¡cuanto golfo!

En la PSOE se están liando a palos. Los candidatos hacen el teatrillo de imitar al grano que les ha salido en la nalga izquierda. ¿Es que ya no queda nadie en la PSOE con un mínimo de nivel y sentido común?

Del PP ni hablemos, tienen la misma dificultad en autocriticarse que ha demostrado el marques del balompié. 

Si Mariano Rajoy no fuera el jefe de la Banda del Empastre y tuviera un mínimo de gallardía haría una crisis total y postularía un congreso para buscar un nuevo líder-candidato que, ese si, podría volver a ganar las elecciones y comenzar con las reformas imprescindibles que Mariano insinuó-prometió-vendió y que no ha hecho.

Pero esto,señores, se me antoja política ficción porque Mariano se corta antes la cabeza que hacer una crisis de partido y dejar a los caciques locales con las vergüenzas al aire y sin lugares dónde colocar a sus deudos y parientes.


El sistema se ha cerrado de tal forma alrededor de si mismo que la gallina va a terminar aplastando sus propios huevos de oro.


Aquí no hay forma de conseguir el poder si no es con los medios de comunicación a favor y eso, señores, al día de hoy resulta im-po-si-ble.


El "amigo" de Podemos ha llegado dónde ha llegado porque ha contado y cuenta con un trampolín del tamaño del estadio de la peineta..si no fuera por las teles estaría todavía rulando por el campus de esa cheka en la que se ha convertido la facultad donde pasta-enseña o lo que haga.


PP y PSOE en el panorama nacional y los caciques locales en el panorama regional tienen totalmente copado el sistema, así que las opciones minoritarias lo tienen muy complicado para canalizar el descontento social.


La enorme habilidad (ironía) de los sectores de la teórica derecha y el abandono completo de la actividad ideológica ha tenido como resultado que al día de hoy defender una causa nacional, católica o al menos no laicista, ordenada y sana se ha convertido en misión imposible.


¿Soluciones? Contrarevolución.


¡Pero que dice!, ¡Por favor! ¡Es usted un exagerado, un extremista, un loco, un animal, un tipo cerril y de cerebro recalentado!


Mol bem, no le gusta lo que digo, me apela con la cantinela democrática, representación, constitucionalismo, et ce te ra, bla, bla, bla...


Pero ya no le escucho bien, empiezo a recibir el tono de su voz con poca claridad, le pierdo, ya casi es un hilillo imperceptible...adios, adeu, agur, sayonara...


Cuelgo estas líneas en Cepo y me piro a comer y a fumarme un puro pequeño y modesto pagado con las sobras del IRPF que he completado hoy con la misma sensación que tuvieron los que salieron con vida de Verdún, de Trafalgar, de Simancas...


Tararí-tarará-chimpún...CON-TRA-RE-VO-LU-CIÓN... el que no se apunte que no se queje..

PROCLAMACION DE FELIPE VI - NOTAS DE COLOR CON LA MEJOR INTENCIÓN

Ya tenemos un nuevo rey de la dinastía Borbón en el trono de España. 
Le deseo, de todo corazón y por la cuenta que nos trae, la mejor de las suertes y el mayor de los éxitos en la compleja singladura cuya primera etapa concluyó ayer.

La proclamación de Felipe VI ha tenido sus luces y sus sombras.

No tengo ni idea de quién asesora al nuevo rey (me imagino que alguien lo sabrá) pero si sé que algunas de las decisiones que se han tomado en la preparación de la liturgia de la proclamación no me han parecido acertadas.

Me parece mal que la proclamación se haya organizado con un carácter marcadamente laicista, no laico, repito, laicista. La palabra prohibida (Dios) no ha figurado en ningún sitio, ni se han visto cruces, ni biblias, ni misas, ni bendiciones, ni Te Deum, ni nada de nada de nada.

La Corona Española está indisolublemente unida a la Iglesia Católica Apostólica y Romana, poner esto en cuestión resulta tan ridículo que no me voy a detener ni un segundo en argumentar mi afirmación.

Me parece un error muy grave el comenzar un reinado jugando con los símbolos y los lenguajes. Lo de la "monarquía laica" no existe, al menos en España, olvidar la Historia es siempre un error y el guiño permanente a una modernidad inventada por los enemigos de la monarquía y de España sólo puede tener consecuencias desagradables.

La segunda cuestión sumamente dudosa es la alusión a las Comunidades Autónomas en la fórmula del juramento. Entiendo que es un guiño a las "nacionalidades" pero es un guiño innecesario y tonto. La prueba es que Arturo Mas y Urkullu no sólo no aplaudieron el guiño sino que mostraron su peor cara de nenes enfurruñados (tenían que hacer su papel ante su público, no cabe duda). Las Comunidades Autónomas son una forma de organización del poder territorial, nada más, ni son naciones, ni nacionalidades, ni patrias, ni "pollas en vinagre" (pequeño homenaje a Leguineche) así que su alusión/inclusión en el juramento estaba de más.

La tercera cuestión y ésta si que es interesante (me gustaría saber quien ha asesorado al monarca en su elección y cuales han sido los motivos) es la elección de su guión y escudo de armas.

Analizando los escudos de armas de Juan Carlos I y de su heredero y actual rey Felipe VI se observan 2 cambios que no son menores y que me barrunto no son fruto de la casualidad ni de la distracción. Uno es la eliminación de la cruz de borgoña-San Andrés, el otro es la eliminación del yugo y las flechas de los Reyes Católicos que fueron los inventores del tinglado que ha heredado el rey.

No sé si el/los facedor/es de este escudo simplificado y de dudoso gusto han caído en la cuenta que no han parido sino una versión borbónica del escudo de Amadeo de Saboya (¡lagarto!, ¡lagarto!)...y digo versión borbónica porque la única diferencia esencial entre uno y otro es la substitución del escuson con las armas de Saboya por el escusón de azur con tres flores de lis y bordura de gules, propio de la casa de Borbón.

Para que vean que no me invento nada, reproduzco a continuación los escudos de Amadeo y Felipe "codo con codo"...en fin yo hubiera evitado comenzar el reinado con este gafe, más aún tratándose de un italiano...y sabiendo cuanto masón hay hoy suelto por España...


Armas de Amadeo de Saboya "el breve"
Armas de Felipe VI "la gran esperanza"

Para que los lectores que piensan (y me han dicho) que solo veo las cosas negativas, pasaré a comentar lo que me ha parecido más encomiable y digno de aplauso.

Lo mejor, hasta ahora, ha sido el discurso ante las Cortes. 

El discurso con las salvedades que luego reseñaré, deja, a mi juicio, dos cosas claras; la primera que el nuevo rey reina pero no gobierna y que quién tiene que hacer las cosas desagradables que todo el mundo espera es el ejecutivo (mensaje a Mariano "el tardo") y la segunda que el nuevo rey va a encarnar un nuevo tiempo de austeridad y seriedad en la institución como espejo para el resto de las instituciones del Estado.

Con ambas cosas debo de estar de acuerdo, sólo pido que Felipe VI tenga la energía y el carácter de llevar a cabo lo que ayer solemnemente declaró. Su padre prometió mucho y luego hizo lo que hizo. El nuevo rey tiene un enorme voto de confianza y el crédito del recién estrenado. 

Del discurso, dos notas negativas. Una, la alusión a las lenguas. Lo anecdótico y un poco cursí fue la alusión a Machado, Espriú, Aresti  y Castelao (porqué esos y no otros..vete tu a saber). Lo menos anecdótico y mas grave conceptualmente es hacer concesiones a la ideología separatista que ha hecho de la lengua un arma arrojadiza de exclusión social.  ¿No iban por ahí los tiros? pues entonces se redactó mal esa parte del discurso porque se entendió en clave guiño a las otras "nacionalidades" y el binomio lengua-nación amén de ser falso es una creación de lo más siniestro del separatismo nazionalista.

Aún y así me barrunto que lo que escuchamos ayer no es para quejarse mucho ya que dicen las tertulias que en las cocinas doctrinales de la casa del príncipe (hoy rey) se recibió y rechazó la idea de hacer el discurso en versión multilingüe salpicada con párrafos enteros en cada lengua regional. 

Me temo que algo de verdad hay en estos rumores porque en su artículo de opinión  publicado en la edición de hoy de el diario El Pais, Antonio Caño, director de esa publicación, dice textualmente "pero sin duda causó frustración en otros círculos -se le había pedido, por ejemplo, utilizar todas las lenguas que se hablan en España-.."  

No me extrañaría que tan folclórica y malintencionada sugerencia viniera de los mismos ambientes que frecuencia la inteligentsia de esa publicación desde la que tanto daño se ha hecho a la reciente historia de España y me congratulo al comprobar que los asesores del nuevo rey no han caído en la tentación de comprar ese progre-producto.
 
En fin, inaugura Felipe VI su reinado bajo las sombras y frente a un mar embravecido. 

Cuenta con el apoyo de muchos españoles de bien. A su alrededor el gobierno de la inmovilidad (*) y de los omnímodos abogados del estado, las comunidades levantadas, las lenguas impuestas, los militares desaparecidos, la cultura en mínimos, los medios entregados a la revolución contracultural, las putas que les van a poner taxímetro para cobrarles la cuota  y los abortos que no paran... en fin no hereda un panorama mejor que el que heredó su padre del re-instaurador FFB (el innombrable)...al menos tiene la ventaja de que hoy casi todos se han quitado la careta y nunca podrá decir que no tiene claro que piensa cada cual y con quien se juega los cuartos.

En fin, mucha suerte, valor, al toro, que Dios nos proteja y....no se olvide majestad ¡Santiago y cierra España! ...aunque no haya habido misa de proclamación.

Sanglier.

(*) Por cierto, a ver si alguno de los asesores monclovitas le explica a Mariano que cuando suena la marcha real, uno, máxime si es "el president" se pone recto, a poder ser en posición de firmes y como mínimo se juntan los pies y no se está como "la Pascuala en el sembrao" que no se sabe si le ha picado una mosca o se le ha roto el refajo.
                       

domingo, 15 de junio de 2014

Se acusaba a Alcides Bergamota de haber vaciado alguna que otra botella de Viña Pomal a morro, lo cual según confesión del interesado es completamente cierto. Algo que ocurría en fecha muy señaladas, sobre todo en las de bullicio y movimiento de la familia moderna. Se libró del alcoholismo por pelos. Gracias al cigarro puro de gran calibre que al noquearlo con violencia impedía que bebiera más de la cuenta. También se ha hecho notar su preferencia muy marcada por Truman Capote, el novelista norteamericano, lo cual es nuevamente cierto. Un tío como no hay dos, un condensado de lo que somos, de la gran ciudad y un poeta. Una pena que no conociera el Viña Pomal. Aaaaghh …



sábado, 14 de junio de 2014

NICANORA

Atardecer de tormenta, un aire cálido juguetea por el jardín sobre el que se cierne la penumbra del anochecer.

- Si, hazme tuya, ya noto tu fuego.
- Allá voy, como en las novelas.
- Como las princesas raptadas, llámame princesa…
- ¡Princesa!
- Tiemblo…
- ¡Si, si, princesa Nicanora!
¿?
- Nicanora no puedo más, no voy a dejar ni el carné de identidad, te vas a enterar…
- ¿Pero cómo que Nicanora? 
Calla sultana…
¿Sultana? ¿Nicanora? – mete el codo- pero yo esperaba algo.., no sé más romántico, más, otra cosa, …
- No me frenes Nicanora que me pierdo... 
Pero bueno, quita, con lo que me gustaba lo de princesa, princesa Jocelyne… que se yo, Sigrid, Rosebud… 
¡¡Pero Nicanora que me cortas las alas con tanto recelo!!
Calla quita –ahora hinca el codo con mala idea- ¡Nicanora! Y esos giros de arriero…
- A lo mejor preferías Teofrasia… 
Miserable, con lo lanzada que estaba, el fuego, la pasión, me sentía ligera... ¡Largo! - jugando con el codo le derriba cayendo encima-. 
¡Pero que ligera! Si pesas 100 arrobas, un quintal. ¡Claro que me voy! Quita de encima, ¡¡Mafixio!!


La condesa se despertó tocando con las yemas de los dedos la fresca marquetería de su mesilla de noche Decó, única concesión a la modernidad en su magnífica casa Carlos IV, la Bombonera.

miércoles, 11 de junio de 2014

EL AMIGO PULARDO: Pulardo en los toros.

Pulardo, ¡Amigo Pulardo! El amigo Pulardo zumba como un moscardón alrededor de la plaza de toros. Hay corrida ahora, en un rato. Vuela sobre sobre sus lustrosos botines, crujientes y diminutos, trota saludando. Saluda de cerca, con una palmada en el hombro, un leve apretón en el antebrazo, incluso con un rápido y sonoro abrazo. Y también saluda de lejos, con la mano en alto, con grandes aspavientos en medio del gentío que rodea la plaza. El gentío que hinchando los papos levanta el runrún de un millón de pájaros, como si la plaza fuera el palomar de un gigante y los miles de espectadores fueran a levantar el vuelo de un  momento a otro. También saluda, más lejos aún, a los conocidos que bajan en tropa desde los cafetines de la Avenida de los Toreros, a los que identifica con una vista que es de águila para estos menesteres. Les ve bajar cautelosos las escaleras que les acercan a la puerta de arrastre ante la  que se forman los corrillos postineros. El amigo Pulardo les echa el ojo y desde Fleming agita ventrudo y zumbón su sombrero de jipijapa, acompañado por los amplios vuelos de su chaqueta de lino blanco o de su blazer azul marino de dorados botones, según el día. ¿Cómo resistirse a quedar en Fleming? ¡Quedamos en Fleming! No hace falta decir más. A veces surge el escándalo. Un joven con aspecto distraído le pregunta el otro día señalando al doctor si es ese Bienvenida –ha quedado en esa estatua- y al amigo Pulardo casi le da un telele. Es Pulardo propenso a teleles y soponcios. El amigo Pulardo está rebrincado, no cabe en sí de gozo, no se tiene en el sitio, ventea el ambiente como un perdiguero viejo, se barrunta el lleno de no hay billetes. Ya trota el amigo Pulardo hacia la puerta, le gustaría llevar la entrada en la boca, como el perdiguero viejo en el que sueña a veces que se ha convertido, en alguna noche de esas de calor y mal dormir, bajo las sábanas levantadas en oronda pirámide por su prominente panzamen. ¡Pero Pulardo repórtese! La entrada en la mano y al tendido. Dentro de la plaza, ¡qué placer, que deliciosa ansiedad al recorrer de una punta a otra el pasillo del tendido bajo! Unas veces a favor de corriente y otras, que también es gustoso, a la contra, como un cachalote deshaciendo un bando de peces pequeños, y siempre mirando de reojo la aguja de su fino reloj de caballero. Vamos hasta el estanco a por un cigarrón, y luego hasta la otra punta, a asomarse a las fotografías. Se le van los ojos: Belmonte con Vázquez Díaz, Joselito doblándose con un toro inmenso, Manolete de paisano con unas gafas de sol inmensas, los tendidos llenos hasta la bandera con esa afición de entonces. ¡Quién hubiera podido sentarse en las gradas junto con El Gallo, Belmonte y don Álvaro, y con un cigarro en la mano también! Pero no, no nos ha tocado. Sigue Pulardo trotando: fisgar la exposición, asomarse a la Puerta Grande tarareando Er Mundo. De nuevo saludando, apretando, aculando a conocidos que son desplazados sin contemplaciones por los volúmenes que menea Pulardo sobre sus diminutos zapatos abotinados de crujiente cuero cortado a medida. Mingitorio para que no aprieten luego las ganas a destiempo, brinquito para colocar la cremallera en su sitio, terminado con un taconeo airoso. Y las carnes se encajan, bien ceñidas por el corte impecable de la chaqueta. En los grandes días, en los días de los grandes carteles, antes de salir del común, el amigo Pulardo gira airoso sobre sí mismo, a la manera de una gran peonza, y de reojo mira en el espejo eso, el corte de la chaqueta, la ligereza de la franela ceniza de sus pantalones de altas vueltas. ¡Tarde de Toros amigo Pulardo! ¡Y que animales han traído, que trapío, que presentación y hay dos castaños y un cornipaso, que velas! El amigo Pulardo saluda, pero no merienda en la plaza. Oiga mire, todavía no es todo lo mismo. Y además es aficionado, que se habían pensado. Así que esta mañana ha subido ligero su corpulencia por la escalera de los chiqueros para ver el apartado de la corrida de por la tarde. Se le salían los ojos al amigo Pulardo. ¡Viva el ganadero! ¡Viva la gente honrada que todavía queda! Lo comentaba luego con Tato y con Doroteo mojando una gran porra en el café con leche de media mañana. Hace calor y Pulardo viejo amigo, se enjuga un ligero sudor de la frente con el pañuelo de algodón blanco. El amigo Pulardo vive feliz en España porque en España - si señora España esa maravilla – en España por la mañana se pueden mojar las porras en el café con leche y por la tarde se puede fumar un habano después de comer y luego irse a los toros, saludando y dando brinquitos, y en el tendido encender otro, una trompeta de la Habana que dure seis toros, y decir ole, OLE y OLE, ahora que la plaza se ha llenado de maricones que dicen bieeeeen. ¡Ay amigo Pulardo, amigo Pulardo que cosas dice usted! Pulardo las dice porque sabe que en la plaza esas cosas todavía se pueden decir sin que se revuelva ningún gilí. Pulardo sube las escaleras que llevan al tendido bajo, como quien asciende a la luz, al cielo, consciente en su pulcritud de cometer una irreverencia, menor si se quiere, al dejarse embargar por esa como elevación. ¡Es así el amigo Pulardo! Otra gente no es así y al subir por las mismas escaleras parece que gatea, mientras el amigo Pulardo se yergue, mete riñones, saca el cuello de entre las papadas, todo lo que da de sí, y por un momento, al salir al sol y al aire de la tarde, se descubre llevándose al pecho con la mano izquierda, el sombrero de jipijapa.