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lunes, 18 de septiembre de 2017

CATA AJ FERNANDEZ ENCLAVE HABANO

Recuperamos una de las misiones originales de Cepo Gordo con la publicación de una serie de catas de cigarros para el conocimiento, solaz y debate de los seguidores cepogordistas.

Iniciamos la serie con un gran tabaco de la siempre fecunda Nicaragua elaborado por las expertas manos de la compañía AJ Fernández.

Originarios de San Luis - Cuba, tras el triunfo de la revolución castrista, los Fernández sentaron sus reales en Estelí - Nicaragua donde elaboran sus tabacos con la experiencia y el conocimiento acumulado a lo largo de tres generaciones. 

El cigarro que hemos catado corresponde a la serie Enclave que se caracteriza por la sabia combinación de tabacos de Ecuador, Camerún y Nicaragua para ofrecer un cigarro de fuerza media-plena y abundantes notas especiadas.

Nota de cata: 

AJ FERNÁNDEZ ENCLAVE HABANO
6 1/2 x 52 Figurado





CAPA: sin venas, uniforme, bella coloración.

BUEN TACTO.

IMPECABLE CONSTRUCCIÓN: firme, sin baches.

TIRO: suave camino a ideal.

QUEMA PAREJO, aquí denota su excelente construcción.

CENIZA: gris claro.

SABOR:
Primer Tercio: especiado, potente.
Segundo Tercio: notas de cuero viejo y madera.
Tercer Tercio: gana en cremosidad y mantiene un ligero matiz especiado.

AROMA: limpio, especiado.

NOTA: 8,5/10.

COMENTARIOS: un cigarro de excelente construcción, acertada ligada de tabacos que aportan un tono medio más especiado de lo habitual en cigarros de Nicaragua. Un buen cigarro con un precio de 8.75 euros.

lunes, 3 de julio de 2017

CIGARROPIPISMO VENTEÑO. IV


 EL GESTO: LA DIGNIDAD DE LA PIPA

EL GESTO: LA DIGNIDAD DEL CIGARRO (encendido y esperando al paseíllo)

 EL GESTO: la dignidad del sombrero. Si señor.

 GESTO MÁXIMO: SUMA DE DIGNIDADES, cigarro y gorra de visera.

 CIGARRO IMPONENTE. MERECE UN APLAUSO.

COHIBA, PELUCO Y PROGRAMA.

miércoles, 8 de febrero de 2017

LOS CIGARROS PREMIUM Y EL HEDONISMO POSTMODERNO

Decir que el mundo del cigarro (el cigarro puro, se entiende) ha vivido una evolución paralela a la de la sociedad que lo consume suena a perogrullada pero no lo es, o no del todo como trataremos de exponer en las líneas que siguen.

El cigarro se consume en el ancho mundo desde hace más de 500 años. España fue, ha sido y es la tierra del cigarro. Cuba, nuestra hermana y antigua provincia española es el lugar al que Dios regaló las más fértiles tierras y las mas exquisitas condiciones para la producción de las labores tabaqueras. 

Los vaivenes de la Historia y los accidentes políticos, familiares y económicos fueron expandiendo la industria a través del orbe hispano; Canarias, Filipinas, Santo Domingo, Nicaragua...todas tierras de exquisitos tabacos y hábiles torcedores unidos por el sello hispano del amor al tabaco.

Andando los siglos se nos fueron uniendo holandeses, daneses, suizos, norteamericanos y hoy el mundo cuenta con productos elaborados en muy diversos rincones y confeccionados con muy variadas calidades de tabaco.

De todo este gran mundo del humo azul, lo que más ha variado son los usos y costumbres que han hecho del cigarro un artículo de lujo que nunca antes fue, no al menos en España dónde han fumado cigarros desde al arriero al duque, pasando por el comerciante, el portero de finca urbana y el rey.

Por muchos siglos el cigarro no fue signo de distinción económica alguna. Eso era "fuera" en los países donde un cigarro era un excentricidad, un producto vinculado al económicamente poderoso, y aún así este matiz hay que concederlo con excepciones. A parte de España, en muchos otros lugares del mundo como Inglaterra, Estados Unidos, Holanda o los puertos comerciales de Asia, el cigarro se consumía por doquier y sin distinción de clases. 

Hoy día, tras varias décadas de persecución científica y sistemática al "vicio de fumar", el cigarro está proscrito de la vida pública y en muchos casos de la privada. 

Me dirá algún lector que eso está muy bien ya que fumar es un vicio sucio y pernicioso para la salud. En la cuestión de la salud no hay mucho que discutir, si bien se pueden citar muchos otros vicios e imposiciones de la vida actual que son,con mucho, mas anti-higiénicos y dañinos que el fumarse un cigarro.

En esta segunda década del siglo XXI el cigarro transita hacia su encumbramiento como producto "premium" (luego hablaremos de ese anglicismo espantoso) que ha de ser disfrutado en un entorno privado y oculto y mediando una liturgia recargada y pedante.

El incremento del precio de los cigarros se debe esencialmente a razones no directamente relacionadas con el cultivo del tabaco y la producción.

La fiscalidad confiscatoria y el monopolio de la distribución en manos de grupos que aplican generosos márgenes ha hecho que adquirir un cigarro decente hoy día se vaya convirtiendo en un gasto casi suntuario.

Hace bien poco las labores de la Habana (por no hablar de las demás) eran lo suficientemente económicas cómo para que un honrado trabajador se pudiera fumar un puro después de comer "echando la partida", sentado en la grada del estadio de fútbol, del frontón o en la plaza de toros.

Hoy día, ese honrado trabajador tiene que dejar de fumar o comprarse un puro mediocre al doble o triple de precio.

¿Han desaparecido las labores buenas? No señores,siguen existiendo (algunas ya no son lo que eran) pero ahora han ingresado en las listas de los productos "premium" y sus precios se han multiplicado exponencialmente.

El adjetivo "premium" es una forma hortera de referirse a un producto de calidad superior y consumo exclusivo cuyo uso esta hoy tan extendido que en todos los rubros hay algo "premium". 

Desde la locura económica mundial que acompañó la llegada del nuevo milenio, se expandió por el mundo una fiebre del lujo que se ha ido alimentando sin parar. Hoy día el comercio del lujo es una economía de proporciones fenomenales.

Paralelo al crecimiento del hedonismo generalizado, las marcas de artículos de lujo fueron ideando un "concepto" para separar a los consumidores con gran capacidad de gasto del resto y de ahí surgió el famoso "premium" que ahora todo lo invade.

El éxito ha sido tan grande que hoy tenemos champanes premium, aguas de colonia premium, vinos premium, pelotas de golf premium y hasta seres vivos premium.

El consumidor de ese catálogo se compone de tres grandes grupos de entusiastas y uno de víctimas. 
Entre los entusiastas tenemos el hiper rico al que el precio se la trae al pairo, el acaudalado que mira poco la factura, y el imitador que quiere pasar por lo que no es. 

El grupo de las víctimas lo forman aquellos que vienen del viejo mundo y que bebían champan antes de ser premium o brandy antes de ser premium o consideraban que una caja de Montecristo era el elemento normal que acompañaba a la bandeja del café las tardes de los sábados después de comer.

El consumidor "premium" une a su recién adquirido estatus y al consumo del producto en sí la práctica de una liturgia que va evolucionando conforme los señores que venden las marcas van imponiendo más "costumbres" y creando más ritos. 

Es la falsa religión del hedonismo que incorpora más y más elementos adquiridos a precio de oro y cuyos ritos deben conocerse al dedillo si no quiere uno ser considerado un horrible paleto.

La cultura "premium" está enraizada en la postmodernidad y ,por tanto,  se debe practicar preferentemente en privado, detrás de los muros, dentro de los reservados, en los clubs exclusivos y los salones "que no existen" dónde se hacen todas las cosas que luego se prohíben a la masa que no es premium.

El resultado del triunfo de los postulados sociales de la izquierda radical y del hedonismo militante han convertido al cigarro en un artículo sospechoso y en ciertos ámbitos escandaloso.

Si un fulano se enciende un cigarro y se pasea por el centro de una gran ciudad española (no hablemos de las otras capitales europeas porque entraríamos en causas criminales) atraerá un buen número de miradas de odio y asco. Si además va vestido con un traje (de confección y barato es suficiente, no piensen que hace falta un tres piezas de sastre) corbata y un abrigo, entonces puede que incluso escuche velados insultos y gruñidos ofensivos. 

Ahora bien, si un actor un ídolo musical o famoso de cualquier ralea aparece en un medio diciendo que el/ella fuma puros "premium" y que es miembro de un club de fumadores y recomienda "maridajes" entonces recibirá la admiración y la veneración de la masa consumidora.

Así va caminando el cigarro empujado por unos y por otros al mundo "premium". 

El abogado que antaño se enciendía un chisme esperando al tren en Venta de Baños mientras  departía con el factor que se acababa de ventilar una faria, ahora se va con unos amigos a un club de fumadores el sábado por la tarde a una sesión de "maridaje" donde un simio entrenado en algún tugurio siniestro les atiza veinte euros por un puro mediocre y otros veinte por una copa de brandy "premium".

A eso lo llaman "evento" y hay que agendarlo, y compartir la fecha por el móvil y pedir permiso a la señora para que no se ofenda ni moleste, que no le deja fumar en casa, y eso si al salir de casa su niña de ocho años no le dice que va a morirse porque su profe les ha dicho que el tabaco es muy malo-muy malo pero que la eutanasia está muy bien...

Este es el mundo de hoy, un mundo de memos dirigido por una pandilla de golfos y animado por una cuadrilla de gentes con serios problemas mentales.

Siempre quedará el reducto de la normalidad, la catacumba do mora la gente que no quiere (pueda o no) ser "premium" y que se conforma con conseguir labores no demasiado caras, licores que no hagan mucha publicidad y sobre todo disfrutar de gente que no tenga miedo de llamar a las cosas por su nombre.

miércoles, 6 de julio de 2016

Pipismo crítico.

La Pipa. La cuestión de la pipa no es el habano, ni mucho menos. En la pipa priman sin duda la belleza del gesto y del objeto sobre el fumar. Belleza, estética, gesto, no es poca cosa. Pero fumar, fumar, el habano. Porque el habano tiene como supremo atributo, la lentitud, la languidez, el tiempo suspenso.

lunes, 24 de febrero de 2014

ENTREVISTAS CON ESPECIALISTAS. PROFESOR GOTINGEN. TABACO Y CONDUCTA SEXUAL

Siempre atentos a las peticiones de nuestros lectores y con el sano propósito de difundir todos los conocimientos que puedan enriquecer nuestra afición tabaquera, inauguramos hoy una nueva sección titulada "Entrevistas con especialistas".

Nos complace inaugurar esta ronda de entrevistas con la realizada el pasado mes de Enero al famoso Profesor Gotingen autor de la muy comentada y exitosa monografía titulada Sexualverhalten und Tabak.

Hemos quedado con el Profesor Gotingen en el Café Mozart frente a la Galeria Albertina.

A nuestra llegada el profesor ya está sentado esperándonos.

Se trata de un caballero alto, de facciones enérgicas y poblada barba gris, gasta gafas de legítima concha de tortuga y viste con prendas de  tela loden de pies a cabeza. 

Le sorprendemos con la mirada fija en las nalgas de una camarera menudita pero bien armada que pasea entre las mesas con la gracia de una prima ballerina. 

El profesor, lejos de sentirse incómodo al verse sorprendido hace ostensibles gestos con ambas manos reproduciendo las curvas de tan notables posaderas. El hombre está encantado, la camarera no tanto y del humor del encargado hablaremos otro día.

Sin perder comba, nuestro reportero inicia la entrevista.

CG: Profesor Gotingen, en primer lugar queremos agradecerle su amable disposición a someterse a este interviú.

PHG: Nada, nada, monina, yo siempre estoy a disposición de las revistas femeninas. Considero que las revistas femeninas juegan un papel muy importante en la educación de la mujer actual. (conviene aclarar que la entrevista la hace un maromo de metro ochenta y cinco y noventa kilos de peso que tiene el aspecto de todo menos de "monina").

CG: Perdóneme profesor pero Cepo Gordo, nuestra humilde publicación digital, no es una revista femenina.

PHG: ¿A no? con ese nombre lo hubiera jurado...en fin

CG: Los lectores de Cepo Gordo estarán muy interesados en conocer algo más de las teorías que usted expone en su famosa obra Sexualverhalten und Tabak. ¿para cuando una edición en español?

PHG: A eso no puedo contestarle, he recibido varias ofertas pero de momento son sólo de editores masculinos y claro, es algo que desmoraliza bastante..

CG: Comprendo. Bien. Centrándonos en su obra. ¿Podría explicarme sucintamente en que consiste su fórmula de clasificación de la conducta sexual en función del fumador?

PHG: Veo que va usted al grano, monina. ¡Así me gustan a mi las jóvenes!

(en este punto el reportero de Cepo Gordo empieza a sentir ganas de arrearle una patada en el tobillo al entrevistado pero como es un profesional muy serio y el profesor se ha puesto a cuatro patas sobre el asiento del canapé tapizado que ocupa, pues, se aguanta)

Mire joven, tras años de observación clínica puedo afirmar sin temor a equivocarme que un fumador de cigarrillos es una persona que evita el contacto con el sujeto al que desea.

Fuma a través de una boquilla, sin contacto con las briznas  y el tabaco además del envoltorio de papel se presenta repleto de aditivos químicos. Esa persona es sin duda aficionada al fetichismo, al mironeo, le repunga remangarse los pantalones y...

CG: Si si, profesor lo he entendido.

PHG: Bien, continuemos. En el caso del fumador de pipa, nos encontramos con un amante más cercano, aunque no deja de emplear subterfugios para obtener lo que desea. La pipa lo aparta del tabaco. No hay artificios ni distracciones como en el caso del cigarrillo pero le gusta controlar la situación, mantener la picadura en la cazoleta...tiende a ser un amante cargante, intelectual, repetitivo, carente de imaginación..

CG: ¿y que puede decirme de los fumadores de cigarros?

PHG: Oh, ¡esos!...son los peores. No tienen pudor en sostener entre sus labios esos enormes cilindros de tabaco cargados de alusiones...su actitud sexual es cercana al canibalismo. No sólo desean sino que no tienen reparo en meterse hasta el centro del charca, quieren estar lo más cerca posible del objetivo y no dudan en arremeter con todo furor... Son amantes rituales (el corte de la pera, el calentamiento, el encendido) y son insaciables..cuanto más largo y grueso el cigarro mejor, solo reclaman tiempo...

CG: Ahora que nos ha revelado su teoría sobre la relación entre tabaco y comportamiento sexual ¿que puede decir de aquellos que no fuman?

PHG: Dudo que pueda existir algo semejante a un no fumador sexuado. El tabaco es al sexo como la ortografía al bachillerato.

(al escuchar estas palabras, el reportero no puede sino tomar notas y prescindir de cualquier análisis, las cuestiones surgen automáticamente)

CG: Si le he entendido bien Profesor Gotingen, ¿usted sostiene que los no fumadores son seres que carecen de comportamiento sexual susceptible de ser analizado?

PHG: no, yo no sostengo eso, yo sencillamente no hablo en mi libro de los no fumadores porque me cargan mucho. Como médico y profesor de psicología clínica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena odio a la gente sana.
La gente sana y atlética me revienta, son unos cargantes con sus comidas equilibradas, sus botellitas de agua y sus bebidas energéticas..

CG: Pero no negará que la corriente anti tabaco se ha extendido por todo el mundo, aquí en Viena por ejemplo no es posible fumar en ningún local cerrado.

PHG: Así es, por eso yo no vivo en Viena.

CG: ¿vive en el campo, quizá?

PHG: no, yo vivo en la Micronesia, ahora estoy en Viena de vacaciones, visitando a la familia, ya me entiende.

CG: pero..Profesor... usted da clases en la universidad de Viena ¿como es posible que..?

PHG: por supuesto jovencita, yo doy clases desde mil novecientos setenta y cuatro..ahora bien las doy cuando me da la gana, ninguna autoridad civil, eclesiástica o militar tiene potestad para obligarme a mi, a Hans Gotingen a dar clase cuando a esa autoridad, opresora e intolerable, lo determine..

CG:  entonces, si yo quisiera asistir a una de sus lecciones ¿cuando debería de acudir a la facultad?

PHG: no tengo ni idea, para eso debe leer el horario de clases que está expuesto en la vitrina del departamento. 

Dicho esto el Profesor Gotinguen da un salto y se pone en pie junto a la mesa. Mide aproximadamente un metro noventa y cinco y contando con la pluma de urogallo que decora su sombrero llega sobradamente a los dos diez.

CG: Abusando de su amabilidad, me gustaría que me diera un consejo para nuestros lectores. Algo que pueda ayudarles a mejorar, digamos, sus relaciones interpersonales.

PHG: jovencita, yo no estoy aquí para dar consejos. No soy esa clase de hombre. Sólo puedo decir que aquellas lectoras de su revista que no hayan cumplido los treinta años, midan un metro setenta y cinco como mínimo, tengan cabello rubio o pelirrojo, o castaño o moreno, formas contundentes, pecho generoso y costumbres licenciosas, deben llamarme sin falta al 654 861...

(en ese preciso instante, nuestro reportero deja de tomar notas y para la grabadora apresuradamente)

El reportero se despide del Profesor frente a la Galería Albertina. Tras dos sonoros besos en las mejillas y un pellizco en la nalga izquierda el Profesor se pierde Spiegelgasse abajo. El reportero le sigue atónito con la mirada, a unos escasos diez metros el Profesor se ha detenido, extrae de una cigarrera una corona gigante de Sancho Panza, corta el pie con una tijerita de plata, enciende una cerilla y con evidente placer comienza a encenderlo haciéndolo girar poco a poco alrededor de la llama.

Después de todo, el reportero ya sabe lo que se puede esperar de un fumador de cigarros.

jueves, 20 de febrero de 2014

CIGARROPIPISMO: nueva seccion técnica. CAPÍTULO I: HIGIENE DE LA PIPA.

A la espera de recibir más noticias de la Fundación Tato, Cepogordo no quiere detener su promoción del cigarropipismo. Para estrenar esta serie de entradas más técnicas hemos acudido a los trabajos de un sabio extranjero que vive retirado y rara vez se deja ver. Alrededor de su retiro se han tejido toda suerte de leyendas, que si vive entregado al cuidado de una anciana tía de la que espera heredar, o entregado -una modalidad distinta de entrega- al desenfreno de una hetaira que le arruina. Se trata en todo caso de rumores a los que no daremos difusión. Dudamos además de que nadie tenga información fidedigna pues nadie le ve, nadie le ha visto en años. Nosotros nos comunicamos por carta y todavía nos asombra haber recibido contestación. Por el texto que verán el viejo está en forma. Uno de los grandes especialistas actuales, uno de los popes del cigarropipismo contemporáneo. Uno de los alicientes de esta serie será el ir publicando, además de los extraordinarios textos del sabio, toda una galería de las apariencias que se le atribuyen o que se le han ido atribuyendo a lo largo del tiempo, como a un profesor Moriarti del cigarropipismo, de textos certeros y personalidad enigmática. Les dejamos con el profesor J. Z. Fox (Jetró Zabulón Fox), no sin antes una advertencia. Puesto que traducimos los textos del idioma nativo del profesor J. Z. Fox, puede haber giros que sorprendan a nuestros lectores o alusiones a determinadas cuestiones más propias de un entorno cultural algo distinto al nuestro, que desconcierten al cigarropipista ibérico (como botón de muestras ciertas alusiones a la ducha en esta primera entrega). Les dejamos con el profesor Fox, apodado por sus compañeros de fumada ibérica, en tiempos, antes de su misteriosa volatilización, "Cazoleta".

NOTA PARA LA HIGIENE DE LA PIPA, por el profesor J. Z. Fox.

La RAE, en su primera acepción, define la pipa como:

“Utensilio para fumar, consistente en un tubo terminado en un recipiente, en que se coloca y enciende el tabaco picado u otra sustancia, cuyo humo se aspira por el extremo de la boquilla del tubo.”

La pipa requiere un mínimo de cuidado, su limpieza es necesaria para poder disfrutar del tabaco que se quiere fumar. Cada maestrillo tiene su librillo y todo en la vida es experimentar, los hay que no la limpian porque: “limpiar la pipa es como hacer el amor después de la ducha”, como se ve cada uno sigue su instinto y preferencias.

Hay dos tipos de limpieza que son básicas y una tercera, para viejos lobos de mar, con las dos primeras es suficiente.

1ª.- Comienzo o fin de la fumada.- La defino así porque se puede llevar a cabo antes de empezar a fumar o al terminar. Lo suyo es hacerla nada más terminar la fumada, previo reposo de la pipa en frio.

Hay que limpiar con una escobilla, la caña y la boquilla. Así se eliminan los restos de saliva-alcoholes y la nicotina. Si  da mucha pereza  se puede hacer cada dos o tres fumadas, depende de la sensibilidad del fumador a la nicotina y al aroma de la labor.

La boquilla exterior se puede pasar bajo el agua, ojo deberá de quedar completamente seca, para evitar que la pipa tenga humedad y la fumada sea desagradable. Los puristas no lo recomiendan porque se oxida la boquilla y adquiere es tono blanquecino. Puede dar un poco de aceite de oliva para que recupere el color, reitero no se fuma el aceite de oliva, tenga cuidado.

2ª.-  Una vez a la semana o cada 15 días: hay que limpiar la cazoleta, donde se deposita la labor que será fumada. Es una tarea delicada, que se hará con un escariador,  no  hay que eliminar toda la capa de carbón de la cazoleta, so pena de quemar la pipa.
Esta limpieza es fundamental para que la pipa no coja mal sabor - acumulación de la capa de carbón de diferentes labores-,  y que la cazoleta mantenga su capacidad de carga.

La limpieza de la cazoleta se llevará a cabo en función del uso que se dé a la pipa y de la mezcla de las diferentes labores que se vayan a fumar.

Otros fumadores, para mantener el interior de la cazoleta limpia, pasan en su interior  un pañuelo de papel,- impregnado o no en alcohol. Desaconsejo limpiar el interior de la cazoleta  muy a menudo  con alcohol,  se corre el riesgo de estropear la cazoleta.

3ª.- Limpieza Anual.- Si al fumar su pipa nota que  siempre tiene el mismo sabor, aunque cambie de tabaco, use esta técnica de limpieza, antes de tirar la pipa. No la he probado, así que no puedo garantizar su resultado.

Hay que eliminar de la pipa los aromas y olores acumulados, para ello, se llena  la pipa de sal fina y se  añaden unas gotas de alcohol, que empapará la sal, se deja reposar entre 24 horas y 48 horas.

El alcohol deshace la nicotina, que es absorbida por la sal y esta  adquiere un color marrón.

Una vez vaciada la sal, puede volver a fumar su pipa como si fuese nueva.

[Continuará]

martes, 26 de noviembre de 2013

A PROPOSITO DE UN COMENTARIO DE UN AMABLE LECTOR

El pasado 24 de noviembre un lector anónimo dejo un comentario a propósito de la entrada titulada "Momento Glorioso" en la que se hacía sabia alabanza, no exenta de envidia de una ilustración decimonónica que muestra a un joven fumándose un cigarrón.

El amable lector, al que se agradece infinito que dedique unos minutos a revisar estas líneas que vamos, de a poco, lanzando al ancho mundo digitial, dice que entre tanta palabra encuentra alguna cosa buena pero que la mayor parte no es sino tontería y niñatismo. No entraré a rebatir esta opinión que  es estimable en cuanto expresada con una cierta corrección no exenta de condescendencia, en fin, me centraré en lo que más me ha interesado de su comentario.

Dice este opinador anónimo que tenemos mentalidad de rentista holgazán y que no puede compartir nuestro fomento del vicio y costumbre de fumar. Vayamos por partes.

En cuanto a la mentalidad de rentista, algo que no define, he de decirle, que si se refiere a que los redactores del órgano cepogordista tenemos preferencia por el peculio fundado en rentas del campo o del capital mobiliario o inmobiliario, no le quepa duda de que está en lo cierto. Ahora bien, lamentablemente no pasa de ser un deseo que no se compadece con la realidad. 

Al cepogordista le gustaría poder vivir de rentas y a ser posible de unas rentas cuantiosas. La afluencia económica no es un pecado, más bien es un estado que aporta gran tranquilidad y permite hacer muchas cosas, unas buenas y otras malas, según la ciencia y la conciencia del rentista en cuestión.

En cuanto al epíteto de holgazán, me temo que aquí yerra nuestro agudo comentarista, ya que lo que caracteriza al cepogordista es más bien lo contrario. Somos traperos del tiempo, huérfanos de horas, ayunos de holganzas, prestamistas de minutos que arrancamos a un horario de esclavitud distribuido entre el trabajo menestral, la familia y las obligaciones impuestas y sobrevenidas.

Si por mentalidad de rentista holgazán se refiere a que favorecemos un estilo de vida en el que se dedica el tiempo al sano ocio, al paseo, la lectura, el coleccionismo de anillas de cigarro, la caza con perro, la excursión con cesta de víveres y la siesta en sillón de mimbre bajo magnolio florido, entonces sí, todo eso lo alabamos y favorecemos. 

Apoyamos el guiso en puchero, los dulces de convento, los licores de alquitara y uva vieja, las comidas con tertulia, las tertulias con copa y cigarro, las meriendas de chocolate y picatoste, los paseos nocturnos por plazas de piedra cuajadas de nieve, los paseos matutinos por sendas, brañas y caminos entre helechos y brezales, las excursiones pintorescas, las tardes de dibujo y acuarela, las veladas musicales, las declamaciones poéticas, las corridas de toros, los encierros a pié y a caballo, la caza con galgo y el tiro de pichón, los paseos en balandro, las regatas de traineras, los concursos hípicos, las conferencias literarias, la vida de ateneo, círculo y casino. Si señor, todo eso que usted debe vincular a los gustos del rentista holgazán, los tenemos todos y algunos más.

Al cepogordista los afanes y desvelos del hombre ultraconectado, del hiperinformado, del hipocalórico y vigoréxico nos traen al pairo.

La modernidad es un sueño histérico ya que todos, desde el momento que vivimos en el tiempo presente somos modernos, lo cual no quiere decir que no se puedan alabar y cultivar gustos tradicionales que no dependen de una época, que son clásicos, que son connaturales al hombre europeo civilizado.

En cuanto al fomento del tabaco, que quiere que le diga. Desde un punto de vista médico, es dato cierto y fundado que fumar no es sano y que este hábito está vinculado a muchas enfermedades y debilidades del cuerpo. Dicho esto, el fumar es un vicio que relaja la mente y el ánimo y un placer que asociado a otros muchos no sólo no resulta perjudicial para la salud sino beneficioso para la mente y el alma. Gracias al cigarro y a la pipa se han cometido muchos menos crímenes de los que se hubieran dado en la Historia si los españoles no hubiéramos desarrollado el arte y ciencia del tabaco.

Lo verdaderamente dañino y perjudicial para la salud es el mal en sus expresiones domésticas más comunes: la mala idea, la envidia, la maledicencia. Todo eso y muchas otras manifestaciones del hijoputismo que sufrimos todos y cada uno de los días son infinitamente peores que fumarse un cigarron o echar humo con la pipa en la mano y una copita de licor al amor de la lumbre.

Peor aún es tener que soportar a diario la ofensa de los gobernantes, sus esbirros y heraldos, cuyas canalladas nos envenenan la sangre, nos estropean la digestión y nos nublan la conciencia.

En fin, que le animo a usted a seguir leyendo el cepo, con la seguridad de que somos conscientes de nuestras valencias, debilidades y aficiones y tenemos el firme propósito de continuar con su comentario y difusión que, por otra parte, son inofensivas y a nadie hacen daño.

Un afectuoso saludo cepogordista.

Sanglier

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El falso régimen de libertades, ni fumar, ni reunirse, ni hablar, ni pensar...solo bajar la cabeza y pagar impuestos

Se ha aceptado como un principio indiscutible la falacia de que hoy día vivimos en un régimen de absoluta libertad como hasta ahora nunca habíamos conocido.

Los mismos mentecatos que se creen esa falacia (muchos de los que la propagan no se lo creen por la sencilla razón de que saben que es falso y se prestan a la difusión de esa mentira por puro interés dogmático y crematístico) repiten , cacareando como gallinas cluecas, que desde que España "es europea" y "moderna" en este país por fin se puede vivir en libertad.

Podría poner innumerables ejemplos que demuestran la falsedad de esos asertos.  No diré nada acerca de la europeidad histórica de España o de la modernidad...en fin no quiero aburrir al amable lector desmontando memeces propias de gente que no solo no lee o lee poco y no entiende sino que no quiere entender porque, en el fondo, hay mucha revancha social e intelectual, mucho complejo de inferioridad y mucho mierda que ha pisado alfombra y se le han atragantado los tratamientos y las prebendas.

Centrándome en la refutación de lo que podemos llamar "la sociedad de la libertad ilimitada" (que suena a cuento chino como el Pabellón de la Bondad Infinita o El jardín del placer inenarrable) voy a compartir un pequeño ejemplo, una anécdota minúscula, una nadería comparada con otros ejemplos que podría poner de reducción cuando no eliminación de la libertad y el libre albedrío. Una anécdota que, por cierto, está íntimamente vinculada a este movimiento de auténtica libertad que es el cepogordismo.

Hace años, no muchos, un grupo de amigos y conocidos se reunía en torno a una tertulia bimensual en la que se adquirían cigarros habanos, se hablaba de tabaco, de toros, de política, de literatura y de todo lo que a cada uno de los contertulios le daba la santa gana.

Esa tertulia, reunida en torno al Círculo del Humo Azul, auténtico convento de libertad, sin estatutos ni alta en registro alguno y en la que el mérito personal carecía por completo de relevancia, se reunía en un amable y espacioso local abierto al público dónde tras el reparto de la compra cigarrera se procedía a consumir un modesto menú a base de raciones y vino tinto y posteriormente se fumaba un cigarro con una copa hasta que la tertulia se daba por concluida.

Los tertulianos, circulistas e invitados, eran de personalidad, origen y orientación política heterogénea:conservadores, liberales, socialistas, tradicionalistas, ácratas, poetas-anarquistas, todos los planteamientos estaban permitidos y eran acogidos con ecuanimidad, salvo dos, los de los liberticidas, ingenieros sociales y forjadores de voluntades y almas y los del odio a España.

La vida de esta tertulia fue perdiendo pulso gracias a la acción liberticida de los poderes públicos en su ejercicio de pastores de almas, de conductores de la vida privada, de violadores de la libertad individual y del libre albedrío.

Primero fue el incremento continuo y desmesurado del precio de las labores. 
Gracias a la siniestra decisión del Gobierno Aznar que privatizando Tabacalera regaló por cuatro monedas de plata un enorme pedazo de la Historia de España y malbarató la sangre, el sudor y las lágrimas de millones de españoles amortizado en el capital de esa santa y noble empresa, comenzó el principio del fin para el fumador tradicional en España.

Tras la unión con Seita, la creación de Altadis y ya ultimamente la venta del negocio a la Imperial Tobacco, la calidad, precio y variedad de las labores habanas no ha hecho sino empeorar. 

Para que los memos se enteren de cómo son las cosas, copio literalmente el texto que en su sección de historia, dedica la página de Imperial Tobacco a la adquisición de la 5 veces centenaria Tabacalera, empresa depositaria de un patrimonio material y cultural de imposible valoración (la negrita es mía):

In April 2007 Imperial entered the profitable USA tobacco market through the acquisition of Commonwealth Brands, the fourth largest cigarette manufacturer in the country.
This was followed in January 2008 by the acquisition of Altadis, the world's fifth largest cigarette manufacturer, owner of the iconic Gauloises cigarette brand, and the world leader in cigars.
Esto es lo que merece la Tabacalera privatizada y unida a la enana francesa Seita, tres líneas...pobre España.

Hace años, no muchos, en España un cigarro lo fumaba el portero, el oficinista, el notario del primero y el grande de España del principal. Se vendían cigarros sueltos en el fútbol, los toros, los frontones, las verbenas. Se fumaban y regalaban cigarros en las bodas, los bautizos, las comuniones, las puestas de largo, los ingresos en las academias militares, las despedidas de soltero, las tomas de posesión y hasta en los funerales. El cigarro se regalaba al secretario del juzgado y al manijero, al mozo de cuadra y al juez de paz, al guardia civil y al peón caminero. 

El concepto de cigarro "premium" era desconocido e incomprensible. 

Cigarros los había buenos y malos, más baratos y más caros, fabricados a máquina o hechos a mano, españoles, filipinos o cubanos..pero no "premium". 
Alfonso XIII fumaba Maria Guerrero igual que un torero o un secretario de ayuntamiento. Un general de artillería se fumaba una Faria en el cafetín de oficiales, mientras un teniente de caballería sevillano encendía un lonsdale de Partagás después de haber ofrecido a la concurrencia, tirando de petaca repujada, de cuero viejo que había hecho la guerra de África con su abuelo. Eso era democracia y libertad, lo demás, humo y falsedad.

Así que a medida que subió el precio del cigarro y los impuestos del tabaco, las compras del Círculo menguaron y las tertulias se espaciaron.

El Círculo estaba formado exclusivamente por profesionales y asalariados; abogados, médicos, pequeños empresarios, ejecutivos.... todos los partícipes se ganaban la vida honradamente y pagaban sus impuestos, no había políticos ni sindicalistas ni enchufados de gobierno ni institución pública alguna, por ende su renta provenía del trabajo y sus gastos eran los normales de un padre de familia, de un español normal que no puede costearse cigarros de 10, 15 o 20 euros.

La puntilla fue otro liberticidio, en éste caso promovido desde el gobierno socialista, masónico y gnóstico de Rodriguez Zapatero. ZP y sus ministras del hot yoga, la dieta de la alcachofa y la portada de revista, prohibieron fumar en bares y restaurantes. 

Ese fue el momento en el que la tertulia dejó de existir. La tertulia se basaba en comprar tabacos, fumarlos juntos y hacerlo en un lugar público donde cualquiera pudiera participar con libertad y comodidad. Se acabó.

Los prescriptores de la vida privada, los curas-de-almas del socialismo, velando por la salud del contribuyente, prohibieron fumar, pese a que yo he visto con mis propios ojos una concentración de jerifaltes de ese partido fumando Montecristos en el mismo lugar dónde se reunía la tertulia.

Pasan los años, y llegó Mariano al poder por mor de una mayoría absoluta. Mariano, empedernido fumador de Lusitanias, que en público y privado había insinuado que cambiaría la ley para volver al sentido común anterior dejando que los locales abiertos al público habilitaran zonas de fumadores. Pues no, señores, Mariano en ésta, como en tantas otras cosas no ha cumplido lo prometido, eso si el es "muy serio" y fuma sus Partagás en la Moncloa cuando le viene en gana que para eso es presidente, un "ser superior" y el si tiene derecho a fumar puros, y por supuesto, "premium".

La muerte de la tertulia del Círculo del Humo Azul no pasa de ser una anécdota más de las muchas vinculadas al liberticido que venimos sufriendo desde hace décadas, una ínfima mácula en la montaña de lodo que nos aplasta, pero es un ejemplo de como los poderes públicos monopolizados por los enemigos de la libertad acaba cercenando la libertad individual y dejando, de paso, sin negocio a estancos y restaurantes que han visto como los clientes huían y las tertulias desaparecían.

Cuando se dice que vivimos hoy una libertad nunca vista no es cierto, nuestra humilde tertulia podría haber existido sin mayores problemas desde Fernando VII y hubiera podido celebrarse durante periodos de monarquía,dictadura, república, franquismo, restauración juancarlista....y a partir de entonces, con las nuevas promesas de libertad llega el periodo oscuro de la cura de almas laica, de substitución de Dios por el Pueblo Soberano, que no es sino un remedo laico que permite al que manda hacer lo que quiere con el dinero de unos mentecatos que, mientras tanto, aplauden, babean y se hacen fotos con el heredero y la periodista.

                                 El estanco "otrora proveedor del Círculo"